Entre agosto de 2018 y el mismo mes de 2021, el salario mínimo en México creció 60.37 por ciento, aunque ese incremento se ha visto mermado por la inflación, por lo que en promedio aumentó 40% en términos reales, aseguró Miguel Ángel Barrios, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana.
El especialista subrayó que a pesar del incremento persiste el rezago acumulado por casi cuatro décadas.
Precisó que para los trabajadores que devengan un salario mínimo la recuperación efectiva fue de 38.9%, para ingresos de uno a tres salarios mínimos fue de 39.75 por ciento, para entre tres y seis salarios mínimos fue de 41.02 por ciento y para ingresos mayores a seis salarios mínimos el aumento registrado representa 42.36 por ciento.
En la conferencia ¿Me alcanza? Salario mínimo y su poder de compra: México 2015-2021, Barrios indicó que “en años recientes, esa variable económica se ha incrementado de manera significativa, pero si revisamos la caída salarial desde hace 38 años aún acusa un rezago acumulado que a la fecha no hemos podido recuperar”, afirmó el coordinador de la Licenciatura en Economía de la Unidad Azcapotzalco de la Casa abierta al tiempo.
Los trabajadores que devengan salarios menores han registrado un crecimiento real; esto es que han crecido más que la inflación como resultado del cambio en la política salarial del gobierno actual, aunque ese incremento va mostrando debilidad a lo largo del año derivada de la inflación acumulada.
Barrios indicó que el salario se emplea para la compra de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de reproducción de una familia e incluye alimentos, salud, vestido, cultura y recreación, y se tiene que evaluar como el factor que vincula a los sectores sociales para la retribución del trabajo.
Agregó que se trata de una relación económica porque muestra el mecanismo de competencia entre las clases sociales. Para fijar su monto se entablan negociaciones entre los sindicatos y los empresarios o el gobierno para acordar el porcentaje de aumento, pero además expresa la distribución de la riqueza.
Recordó que en México el salario mínimo se determina en el marco de un acuerdo tripartito entre el gobierno, los trabajadores y los empresarios, en una negociación que determina las diferencias a nivel regional o por actividad o sector de la economía.
En tanto, “el poder de compra del salario se obtiene al descontar el incremento de los precios sobre el salario nominal que recibimos cada mes, mientras al incremento de los precios de bienes y servicios se le conoce comúnmente como inflación”, detalló el investigador.
“El poder de compra del salario mínimo está estrechamente vinculado con la política económica, pero guarda relación directa con la política monetaria que conduce el Banco de México, que a su vez se orienta para cumplir con los objetivos de inflación, lo cual se hace mediante la determinación de las tasas de interés”.
Así, “resulta necesario trazar una política salarial que permita la recuperación del salario mínimo con el fin de favorecer a los trabajadores y también fortalecer el mercado interno de México, pues la idea de que los incrementos a éste por arriba de la inflación generarían una espiral inflacionaria ha quedado desmentida a la luz del crecimiento real en los tres últimos años”, finalizó.
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