Ante el hecho de que las mujeres privadas de la libertad en los centros de reclusión de la Ciudad de México presentan un alto rezago educativo y laboral, lo que complica su proceso de reinserción social, la diputada local del PAN del Congreso capitalino, Olivia Garza de los Santos pugnó por acciones que permitan a ese sector integrarse a la sociedad sin tanta complicación.
Por ello, mediante un punto de acuerdo, solicitó un informe detallado a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario en el que dé a conocer los programas de trabajo y de educación para mujeres privadas de la libertad, así como el presupuesto que destina el gobierno capitalino para su tratamiento de reinserción, entre otros puntos.
La representante popular panista, dentro de ese tema, declaró: “afuera, en el recinto de Donceles, se lucha por los derechos de las mujeres, por una equidad de género, pero allá dentro no tienen un pleno, no tienen una voz y, a pesar de sus circunstancias, siguen teniendo derechos”.
Informó que prepara un paquete de iniciativas y puntos de acuerdo encaminados a fortalecer el proceso de reinserción de las personas privadas de la libertad y las condiciones en las que llevan su reclusión.
Asimismo, la integrante de la bancada de Acción Nacional en el Poder Legislativo local expuso que en la metrópoli se encuentra más de una cuarta parte de las mujeres en reclusión de todo el país; la Ciudad de México es la segunda entidad con más mujeres en prisión, sin embargo, carecen de herramientas laborales y educativas que garanticen que al salir mejoren sus condiciones de vida.
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“Tres de cada cinco mujeres cuentan únicamente con educación básica, siete de cada diez tienen hijos y también siete de cada diez eran el sustento principal de esos hijos. Más de la mitad de ellas tenía un trabajo artesanal, laboraba en una fábrica o eran comerciantes”, precisó.
Aludió que las mujeres en reclusión representan el seis por ciento de toda la población penitenciaria en la Ciudad de México, lo que provoca que, al ser una minoría, no se les visibilice como a los hombres en prisión y no se tengan programas eficientes de educación y de capacitación laboral.
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