El pasado 24 de enero, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE) de la Secretaría de Salud emitió un Aviso Epidemiológico de Rabia Humana ante los recientes casos reportados en Sonora, Nayarit y Oaxaca.
El más reciente caso fue el detectado en un perro del estado de Sonora. Otro contagio confirmado fue en fauna urbana del estado de Nayarit, tratándose de un gato sin antecedentes de vacunación que agredió a una persona, y, por último, la notificación de dos casos confirmados y uno probable en niños de Oaxaca, quienes fueron mordidos por un murciélago.
Ante este Aviso Epidemiológico por Rabia en Humanos es importante recordar qué es la rabia, cómo identificarla, saber qué hacer en caso de que un animal doméstico o persona sea atacada por un animal contagiado, y cómo prevenirla.
LA PRENSA consultó a la doctora Aida Álvarez Salas, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (Convemex), para hablar de las enfermedades zoonóticas que pueden transmitirse al ser humano.
¿Los recientes casos detectados en el país son un tema de preocupación?
La rabia siempre ha estado presente, no es que haya desaparecido. En 2019, las ciudades del país, como es el caso de la Ciudad de México, se declararon como zonas libres de rabia transmitida por animales domésticos, lo cual se logró a través de las acciones de vacunación.
“El riesgo, sin embargo, viene de la fauna silvestre, de animales que viven libres, y más en zonas fronterizas al norte y sur de México”, señaló la especialista Aida Álvarez Salas.
Uno de los vectores es el murciélago hematófago, señaló la doctora Aida Álvarez, quien aclaró que no todos los murciélagos son transmisores de rabia, solamente el murciélago que se alimenta de sangre, ya que la gran mayoría son fructíferos e insectívoros. “Esto es importante mencionarlo, para no generar una matanza indiscriminada”, destacó.
El murciélago hematófago muerde porque es la forma en que se alimenta. La saliva tiene una sustancia anestésica que adormece la zona, por lo que la persona no siente la mordida, de ahí que quizá los niños de Oaxaca no se dieron cuenta y no se protegieron.
El caso de Sonora fue por mordedura de un perro, que a su vez, fue mordido por un animal silvestre. “Lo malo es que el perro puede retransmitir la enfermedad sí convive con otros animales domésticos. En este caso no sabemos sí tenía vigente su cartilla de vacunación o si se estaba vacunando anualmente, como debe ser”.
“En la Ciudad de México sería muy raro, pero no imposible, porque podría darse el caso de un animal que estuvo en contacto con fauna silvestre y es traído a la ciudad, como ocurrió en el caso de Sonora. Por eso es muy importante la vacunación antirrábica anual en perros y gatos”, destacó.
¿Si un perro es atacado por un animal silvestre, pero está vacunado, puede desarrollar la enfermedad?
Depende de cuántas vacunas tiene, qué edad tiene y cuándo fue la última que se le aplicó. De todas maneras tiene que estar en observación por un periodo para ver sí desarrolla o no la enfermedad, porque no sabemos sí el animal silvestre tiene rabia o no, señaló la doctora Álvarez al puntualizar: “Cualquier animal que tenga una mordida o una herida y que estuvo en contacto con fauna silvestre tiene que estar en observación”.
¿Un animal doméstico puede estar desprotegido si no se aplica la vacuna puntualmente cada año?
No, las vacunas van creando una respuesta inmunológica desde la primera aplicación. Se trata de una vacuna anual y es diferente que el perro tenga tres años y solo una vacuna en su vida, porque en este caso la cantidad de anticuerpos que pudo desarrollar son muy poquitos.
Pero sí estamos reforzando la cantidad de anticuerpos en cada vacunación, la capacidad de respuesta va a ser mayor.
¿A partir de qué edad se debe aplicar la vacuna antirrábica y cuántas veces?
La vacuna antirrábica se recomienda de acuerdo a la región geográfica donde nos encontremos; por ejemplo, en la Ciudad de México, donde no tenemos un riesgo inminente de rabia o un peligro grave, empezamos a vacunar con otras enfermedades prevenibles por vacunación, como son moquillo o parvovirus. La última que entra en el calendario de vacunación es la rabia.
“Para ese entonces, el cachorro debe tener aproximadamente 3 o 4 meses, no manejamos que sea la primera, porque la vacuna contra la rabia es una vacuna que afecta el sistema nervioso (médula) y el cachorro debe estar más maduro para recibir este inmunológico”, explicó la doctora Aida.
Pero en una zona más peligrosa, donde los animales domésticos pueden estar en contacto con fauna silvestre, la vacuna contra la rabia se podría recomendar antes de los 3 o 4 meses de vida.
En la CDMX el calendario de aplicación de la vacuna contra la rabia es anual, en otros lugares es de 6 meses y lo que marca la frecuencia es la incidencia del problema que pueda haber en la zona geográfica.
¿Cómo puede protegerse a las mascotas cuando salen de la Ciudad y visitan lugares donde hay fauna silvestre?
Las familias que practican actividades deportivas y recreativas, como el senderismo, el alpinismo o el ciclismo, en lugares boscosos o reservas naturales, deben vigilar y tener al día las vacunas de sus animales de compañía, tener un control de calendario de vacunación con un médico veterinario y considerar que los animales muy jóvenes que no tienen una inmunización completa o tienen solo una vacuna, pueden ser susceptibles a contraer una enfermedad.
La especialista recomendó a la población que en estas circunstancias es conveniente llevar a los animales con correa para que estén siempre cerca, “porque hay perros que se echan a correr, salen a investigar el mundo y regresan, pero el dueño no sabe dónde estuvo o sí estuvo en contacto con algún animal silvestre”, apuntó.
Otro problema que tenemos son los animales que se han vuelto ferales o fauna invasora, como son los gatos. En este caso es más difícil, porque “los gatos se salen, se van muy lejos, no sabemos dónde andan y pueden regresar, como el caso de Nayarit que fue contagiada por un gato”.
¿A dónde llevar a vacunar a los animales de compañía?
Esto es algo muy importante, porque en la Ciudad tenemos campañas de vacunación, pero desde hace varios años, los médicos veterinarios peleamos que la vacuna antirrábica se llevara directamente a los consultorios, para que no estuviera expuesta a los rayos del sol o la intemperie y pudiera inactivarse.
La doctora Aida Álvarez hizo un llamado, para que la gente tenga cuidado con los vacunadores ambulantes que pasan de casa en casa y, que a veces, son personas que por ganar dinero ofrecen vacunas falsas, tratamientos antiparasitarios que no son para perros y engañan a la gente, que piensa que sus animales están debidamente protegidos.
“Si no se puede pagar un médico veterinario establecido, la persona debe acudir a los centros de salud del gobierno capitalino, o a las campañas de vacunación que se llevan a cabo periódicamente en todas las alcaldías, donde la vacuna contra la rabia es gratuita.
“Hay que buscar un lugar fijo, sí es campaña que sea una campaña fija en las alcaldías, o de preferencia tener un médico veterinario de cabecera”, apuntó.
¿Cuáles son los síntomas de la rabia?
Lo primero que la persona debe observar es la presencia de herida en su animal de compañía, (una mordida), si el animal lo llevaste a algún lugar y llegó con una mordida tiene que estar en observación. También hay cambios de comportamiento, como la fotofobia, el animal se empieza a ocultar de la luz, se mete debajo de los sillones y empiezan a volverse agresivos, porque tienen alteraciones en el sistema nervioso, tal vez dejen de comer y ya no toman agua. Hay una rabia paralítica en la que el perro ya no puede abrir la boca, de ahí que empiezan a babear. Estos son síntomas, por los que el animal debe ser llevado de inmediato al veterinario o al centro de salud.
“Antes había centros antirrábicos que eran muy importantes, pero lamentablemente se le dejó de tener esa importancia a la rabia y ahora son clínicas veterinarias. Antes, en estos centros antirrábicos llegaban estos animales, estaban en observación por profesionales y, en caso de síntomas más graves, se hacían estudios para identificar el virus”, señaló al precisar que para todos los veterinarios, la rabia es de notificación obligatoria, sin embargo, comentó que el trámite del registro suele ser tardado y burocrático.
¿Qué hacer en caso de ataque de un animal con rabia?
Primero, debemos saber sí el animal que agredió tiene rabia, pero generalmente no conocemos el animal o no tenemos posibilidad de capturarlo para tenerlo en observación, por ello, la persona debe inmediatamente lavar muy bien la herida con agua y jabón y acudir de inmediato a un centro de salud para notificar que te mordió un animal para iniciar el tratamiento sí el médico tratante lo considera conveniente.
Pero todo esto dependerá de la zona geográfica donde se sufre la agresión. En la zona metropolitana de la Ciudad de México no es tan factible ser agredido por un perro o gato con rabia, pero de todas maneras se tiene que ir al centro de salud, para reportar y el médico tratante indicará cuál es el proceso.
También depende el área donde se recibe la mordida, mientras más cerca del cerebro esté, es más peligroso, porque el virus migra hacia esa zona que es la que ataca y hay menos tiempo para actuar.
Cuando el animal es propio o de algún vecino, se puede estar observando y se detectan cambios en el comportamiento del animal, lo más seguro es que se suministre la vacuna.
Si quieres recibir las noticias en tu Whatsapp, envía la palabra ALTA
¿Qué medidas de prevención hay que tener antes de adoptar un animal?
Lo primero que se debe hacer cuando se adquiere un animal es llevarlo al médico veterinario y si no se conoce el origen, con más razón.
Las asociaciones dedicadas a dar animales no pueden garantizar que un animal que viene de situación de calle esté sano, esté libre de parásitos ni que pueda adaptarse a la vida en familia, porque un animal que desarrolla su vida en la calle su comportamiento va a ser diferente a los que siempre ha sido de casa y se ha criado junto a humanos que lo tratan bien.
No todos los perros son adaptables a una familia, no todos pueden sacarse de la calle, porque algunos traen una situación de agresión y otros ya son ferales; es decir, ya tienen muchos años viviendo en la calle sin contacto directo con los humanos y puede tener una reacción de morder y de agresión, ya sea por miedo o porque es un animal dominante.
“Estos serían los problemas más frecuentes en un perro de la Ciudad de México, pero sí hay un animal que viene de la zona fronteriza, ya sea del norte o del sur, puede tener, incluso, un problema de rabia o que haya estado libre en donde hay fauna silvestre”. Eso sería el mayor riesgo para adoptar un animal de estas zonas”, comentó la especialista.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem
