Al manifestar que la pandemia de Covid-19 provocó el cierre definitivo de unos 10 mil restaurantes y bares en el Estado de México, el dirigente del sector en la entidad, Patricia González Suárez, afirmó que existe la esperanza de que con el próximo cambio de semáforo epidemiológico pueda mejorar la actividad de esos establecimientos y frenar las pérdidas.
Tras mencionar que las fiestas patrias están en puerta y que éstas representan un alivio frente a las pérdidas de los agremiados, el presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México, dijo que las cifras de contagios van a la baja, conforme a lo dicho por autoridades del sector salud, lo que también representa la oportunidad de revertir la depresión que ha golpeado a los negocios.
En conferencia de prensa virtual, González Suárez, apuntó que durante el año pasado y en lo que va de 2021, se tienen reportes de que al menos 10 mil establecimientos de este giro tuvieron que cerrar sus puertas ante la falta de condiciones para seguir adelante.
Agregó que los giros más afectados por la emergencia sanitaria han sido los bares, debido a que no han podido abrir sus puertas, por lo que confió en que el gobierno estatal en breve anuncie el cambio de semáforo epidemiológico para permitir que estos negocios puedan retornar sus actividades.
Recordó que la mayor de estos negocios dedicados a la venta de alcohol ha tenido que migrar y experimentar con la venta de comida y adecuar sus licencias de funcionamiento para poder seguir operando.
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Detalló que de las 76 mil unidades económicas que se tenían registradas en 2019 en el giro de alimentos y bebidas al momento al menos 10 mil han desaparecido o pausado sus operaciones.
Subrayó que redujeron las ventas de este sector a partir del retroceso en el semáforo epidemiológico, que pasó de amarillo a naranja, en el mes de julio.
Patricio González indicó que desde la primera semana de agosto se mantienen las ventas bajas debido a la percepción de la gente en cuanto al semáforo, la tercera ola de contagios y también por los gastos propios del regreso a clases, que incluyen inscripciones, uniformes, útiles, entre otros.
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