Quebraron más de 8 mil salones de fiestas en la CDMX por la pandemia

Esta industria familiar de entretenimiento ofrece trabajo a por lo menos 400 mil personas que laboran en los salones los fines de semana

Patricia Carrasco | La Prensa

  · lunes 30 de noviembre de 2020

Los más 8 mil salones de fiesta que hay en la ciudad de México están en bancarrota, tras 9 meses de cierre por la pandemia del Covid-19. Sus propietarios piden un respiro para que no se pierdan los más de 80 mil empleos directos que generan a meseros, banqueteros, DJs, orquestas, floristas, decoradores, músicos, mariachis, limusinas, valet parking, fotógrafos.

Así como “piso parejo”. Ya que si se abrieron casinos, cines, teatros, bares que no son esenciales, porque no les permiten a ellos abrir, cuidando todas las medidas sanitarias y con ocupación mínima, (aforo controlado).

Esta industria familiar de entretenimiento ofrece trabajo de manera indirecta a por lo menos 400 mil personas que laboran en los salones los fines de semana.

Estamos en número rojos. “Tenemos una quiebra técnica y muchas deudas con las personas que contrataron alguna boda, quince años, 3 años, graduaciones, fiestas familiares en general que ya había contratado con un año de anticipación”. Muchos de ellos nos demandan para que les regresemos sus anticipos, pero con qué… el dinero ya se fue en pago de renta, luz, agua y salarios.

Larissa Navarro, dirigente de la Asociación de recintos y banquetes de la ciudad de México; Salvador Jiménez; Dennis Ballesteros y Roberto Silva, dueños y representantes de salones de fiesta visitaron la redacción de LA PRENSA, para exponer las grandes afectaciones que tienen estas empresas familiares y microempresarios.

Así como los microempresarios que venden vestidos de novia, quinceañera, para bautizo, 3 años, primeras comuniones; alimentos y dulces; todos ligados con los eventos sociales.

Con el revés del programa Reabre sus esperanzas de abrir sus puestas se fueron al hoyo, y ahora demandan que la jefa de gobierno los voltee a ver y los tomen en cuenta, y que ellos han presentado diversos proyectos ante la Sedeco, Canirac para poder operar con sana distancia y cumplir con todas las medidas sanitarias.

"Nosotros somos una industria del entretenimiento familiar, desde hace 7 meses ya estaban preparados para aplicar los protocolos de salud, pero no hemos abierto desde hace 9 meses, sólo hace algunas semanas se permitió que se podrían convertir en restaurante. Propuesta que no les conviene.

Dennis expuso que ellos tienen la presión de los clientes que ya habían contratado el salón con un año de anticipación, muchos de ellos les exigen que devuelvan los anticipos que dieron; ni tampoco se tiene una fecha precisa, de cuando la autoridad les permita abrir.

Cada salón en promedio, por evento da empleo a 50 personas. No trabaja al día, sus actividades son programadas con un año de anticipación. Los clientes son personas que han ahorrado toda su vida y de repente hacen esfuerzos para dar un adelanto. Las fechas las han reprogramado en varias ocasiones y ahora ya las mandaron hasta el otro año.

“Cuando les reservan un evento, automáticamente reservan el grupo musical, la renta del espacio, al florista. Y todo se hace con mucho tiempo y con anticipos, y no tenemos manera de regresar el dinero, porque ya se repartió a los proveedores”, destacó Roberto Silva, de los salones Royal Rizzo.

Han tenido diversos problemas con los clientes que exigen “a mí me vale, yo te di dinero y me haces la fiesta”. Yo tuve que enviar una fiesta a un jardín en Morelos, citó Jiménez Cruces.

Hay una gran contradicción, como la ciudad de México está cerrada, la gente está haciendo fiestas en Morelos y no se sabe si allá se respeten los protocolos y las personas que regresen a la capital tal vez ya se contagiaron. Y mientras aquí nos tienen cerrados”, dijo Larissa Navarro de Eventólogos by Inb.

Los salones de fiestas tienen dos temporadas fuertes, julio con las graduaciones (12 eventos en promedio al mes) y diciembre (20 eventos al mes) de reuniones empresariales de fin de año, posadas y fiestas navideñas, “pero si nosotros no agarramos el fin de año, estaremos en quiebra el 90% de los salones, ya no tenemos para hacer devoluciones, sueldos ni servicios”.

Desde el pasado 19 de marzo cerraron sus puertas. Desde esa fecha decenas de eventos sociales están pendientes, así como cientos de graduaciones.

Tienen una fila de fiestas pendientes y clientes que varios casos ya habían adelantado 10, 20 50 por ciento del costo; ella aplica un sistema de apartado, que consiste en dejar una parte del costo total. Otros ya habían liquidado su evento social, ya sea bautizo, tres años, XV años, cumpleaños, bodas, despedidas de soltera (o), graduaciones.

En el tema de la luz, como no habían trabajado los que toman la lectura, a la CFE se le hizo fácil sacar el histórico y les están cobrando como si estuvieran trabajando o los que tienen subestación la Comisión les dice que les apartan su luz y la pagas de todas maneras, aunque no la ocupes.

De los propietarios de los salones, un 50% son dueños y otro 50% pagan rentas y en este momento ya no pueden seguirla pagando. “Y son arrendamientos muy altos”, dijeron.

QUE NOS SUPERVISEN PROTOCOLOS, PERO QUE NOS DEJAN ABRIR

Con una gran frustración, pero sin perder la esperanza los dueños de los salones proponen al gobierno de Claudia Sheinbaum que las secretarías correspondientes les supervisen las fiestas sociales y les den oportunidad de realizar sus eventos y quizá cierre por un tiempo a otros que no son esenciales y de esa manera permitir que todos los sectores del entretenimiento trabajen.

“Que nos visiten como se hizo en Sinaloa y Chiapas…podemos hacer una fiesta piloto, donde estén presentes protección civil, secretaría de salud y los califiquen si están bien o les falta alto en las medidas sanitarias'', ejemplifica Silva.

LOS SALONES ESTÁN VENTILADOS

La presidenta de la Asociación de recintos y banquetes de la ciudad de México informó que ellos ya han hecho propuestas para mostrar que no son un sector de alto contagio. Los salones de fiesta si tienen ventilación, el 20% son espacios abiertos y el 80% restante, todos cuentan con ventilación mecánica o natural.

En un restaurante sólo se invierte en extracción en la cocina y el sanitario; mientras que en un salón todos tienen aire lavado, aire acondicionado o algún sistema de ventilación. Y nosotros podemos manejar burbujas familiares.

Desde hace 5 meses, los dueños de los salones pidieron a la autoridad que los deje operar, les restrinja las bebidas alcohólicas en los eventos. "Nosotros contamos con mesas más grandes de 1.50; en tanto, que las de un restaurante miden 75 centímetros.

En promedio los salones tienen una superficie de 500 metros cuadrados, en tanto que en un restaurante son 100 metros cuadrados. Y claro que hay interacción, pero es lo mismo en un cine, casino, restaurante bar… expone Navarro.

En una reunión con los DJ´s se acordó que se bajarán los decibeles en los salones para que la gente pueda hablar.

LES PIDIÓ GOBIERNO CAPITALINO CAMBIAR USO DE SUELO

El viernes pasado la Sedeco, les pidió que cambien el uso de suelo y permisos de manera definitiva… es una falta de respeto y sensibilidad, y no lo vamos hacer. Porque todos los dueños de los salones tienen compromisos por cumplir.

Además, la autoridad no toma en cuenta que hay algunas zonas donde no se permiten restaurantes. Y eso los salvó… ya les querían dar cuello.

Hay tan poca sensibilidad del gobierno de Claudia Sheinbaum con un sector que tiene 9 meses parados. Ni siquiera les han permitido realizar algún evento para ir sacando tantos compromisos pendientes.

Salvador Jiménez y Roberto Silva señalaron que el fin de semana que cerraron bares y restaurantes, donde echaron atrás el Reabre, la gente decidió hacer fiestas en las calles. A la gente no le puedes quitar su cultura de fiestas.

Ya nos volvieron a dejar parados de manera indefinida. Hemos cumplido con todos los requerimientos que ha pedido la administración de la jefa de gobierno. “Nos pidieron rotación de meseros, censar todos los salones, pérdidas de cada uno, protocolos… todo lo que han pedido se los han entregado. Y al final nos dicen, no abres… eso es una burla.

La autoridad ha cedido a las presiones económicas de las grandes cadenas comerciales y empresas, pero como “los dueños de los salones son compañías familiares, microempresarios, no, nos toman en cuenta”.

Porque el gobierno pacta con las grandes cadenas el buen fin con tiendas abarrotadas, a ellos no les dicen que no. pero a los micro y medianos empresarios no les importamos, acusaron.

QUEREMOS ABRIR…

Los dueños de los salones no hemos pedido abrir en semáforo rojo ni en repuntes de la pandemia, pero si debieron dejarnos operar cuando se abrió a casinos, bares, cantinas, por lo menos con eventos pequeños, “para poder comer”.

Dennis Ballesteros pidió sensibilidad para este sector a la jefa de gobierno y les permitan abrir sus salones de fiesta, “cuando abran los restaurantes bar”. Y les digan en qué proyección les permitirán trabajar.

Están afiliados a Canaco-CDMX, pero esta Cámara sólo vio para el sector hotelero y no tomó en cuenta a los propietarios de los salones de fiestas. Ahora están en proceso de afiliarse a la Canirac.

El único apoyo económico que tuvieron fue un pago de 1500 pesos, el cual se le dio a meseros, valet parking, cocineros. A los que les dieron el crédito a la palabra, ya lo tienen que pagar, pero de dónde si no han tenido ingresos en los últimos 9 meses.

CACERÍA DE BRUJAS DE VECINOS

Además, de que no pueden abrir o los que decidieron convertirse en restaurantes… “los vecinos escuchan audio, o si hacemos pruebas para que no se nos deteriore el sonido, te echan al INVEA. Vivimos una cacería de brujas.

Y les tienen que avisar a tus vecinos que estás abriendo como restaurante, para que no les echen a la autoridad.