La humanidad enfrenta una crisis mundial del agua y México no es la excepción, ya que en nuestro país los pueblos originarios, tribus, naciones, barrios y comunidades indígenas, en el campo y en la ciudad padecen saqueo y despojo del agua, afirman integrantes de la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida.
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En conferencia de prensa, al presentar la Convocatoria, la Dinámica y los trabajos rumbo a la quinta Asamblea Nacional por el Agua, la vida y el Territorio, que se llevará a cabo en la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas Samir Flores los días 17 y 18 de agosto, denunciaron que para exacerbar esta crisis, el gobierno de Morena y la presidenta electa Claudia Sheinbaum están promoviendo un Plan Nacional Hídrico.
“Ese plan se está desarrollando dentro del marco de su supuesto “capitalismo consciente” (lo cual es imposible) y la prioridad de intereses privados nacionales y extranjeros. No aborda ninguno de los problemas”, citaron.
Describieron que éste plan se enfoca en el uso de tecnologías para “modernizar” la distribución del agua y apuesta por “obras estratégicas".
“Se habla de desaparecer el mercado no regulado, pero no aborda las concesiones otorgadas a los millonarios del agua. Mientras que el gobierno concentra sus esfuerzos en seguir promoviendo megaproyectos, nearshoring, y otros proyectos capitalistas, y en banalizar las demandas, necesidades y sabiduría de los pueblos originarios y los movimientos, no habrá ninguna justicia hídrica proveniente del mal gobierno”
No hay, ni habrá políticas públicas, leyes y ordenamientos municipales, estatales y federales que detengan el despojo del agua y garanticen una distribución racional y equitativa, remarcaron.
Los macroproyectos de la 4T destruyen sus territorios
Las decenas de grupos y pueblos que integran la ANAVI, afirman que en todo el territorio mexicano se impone un reordenamiento territorial esto implica la transformación y destrucción total de los territorios, como se ve con los megaproyectos emblemáticos de la Cuarta Transformación: El tren Maya, el Corredor Interoceánico, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, el Proyecto Integral Morelos, la refinería de dos bocas, entre otros. Sin olvidar que en Querétaro; el Tren México-Querétaro, la llegada de Amazon, Google, Aurrera en Amealco y el Tren México-Querétaro y el Programa General de Ordenamiento Territorial en CDMX y el Programa Metropolitano de Puebla-Tlaxcala.
En un pronunciamiento dijeron que la guerra que viven los pueblos en defensa del agua, se institucionalizó a partir de la instauración de la Ley de Aguas Nacionales en 1992, desde entonces la explotan y acaparan 3 mil 304 grandes usuarios privados (empresas, asociaciones civiles, bancos y personas físicas), a los que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y las Comisiones Estatales han otorgado concesiones que no son otra cosa que la privatización encubierta del agua, son permisos para robar, es decir, se ha vulnerado el derecho humano al agua y se ha priorizado su entrega a las grandes transnacionales depredadoras y privatizadoras.
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“Desde su creación, Conagua ha entregado 514 mil concesiones lo cual la convierte en responsable directa de la catástrofe que el saqueo ha provocado en las comunidades de todo el territorio mexicano: 28 de las 32 entidades federativas, reportan sequía en al menos 50% de sus territorios y los casos de extrema sequía se acentúan en Sonora, Chihuahua, Durango y Querétaro.
Contaminan el agua
Sin embargo, Conagua continúa otorgando concesiones a grandes empresas que no solo sobreexplotan el agua, también la contaminan, tal es el caso de Granjas Carroll que cuenta con 14 títulos de concesión para explotar por 30 años más de 2 millones 182 mil 489 metros cúbicos de agua en Puebla, mientras los campesinos de la Cuenca Libres-Oriental carecen del recurso para el riego de sus parcelas.
El ANAVI acusó que el gobierno dirigen es el lucro con la contaminación del agua, porque para ellos la muerte también es mercancía; Conagua, Profepa, Semarnat y las Comisiones Estatales del Agua son los administradores y encubridores de empresas criminales que vierten sus contaminantes en los ríos ocasionando enfermedades crónicas en la población y pérdida de biodiversidad.
Las empresas son responsables directas del asesinato de cuerpos de agua completos como son la cuenca Lerma Chapala Santiago en Jalisco y la Cuenca del Alto Atoyac en Tlaxcala y Puebla ambas afectadas por las zonas industriales y agroindustriales instaladas a su alrededor así como el crecimiento urbano de las áreas metropolitanas de Guadalajara y Puebla respectivamente.
La basura es otro negocio criminal que enriquece los bolsillos de funcionarios y empresarios, los mal llamados rellenos sanitarios expiden lixiviados que se filtran a los mantos acuíferos tal es el caso de los basureros en San Pedro Cholula y Santa María Coapan en Puebla así como el vertedero “Los Laureles” en Jalisco, que han contaminado el agua subterránea, el suelo y aire de la región, y que, pese a haber sido cerrados por los pueblos, el mal gobierno ha ignorado la exigencia de remediación y en el caso de Coapan y San Pedro Cholula insisten en reactivarlos por las pérdidas económicas que han tenido tras su cierre.
También la sobreexplotación de los acuíferos ocasiona contaminación como es el caso de la Cuenca del Alto Atoyac en la que se manifiesta el ascenso de aguas sulfurosas profundas contaminando pozos en la región.
Por último, el ecocidio llamado Tren Maya es uno de los crímenes más grandes de la cuarta transformación, continúa destruyendo cenotes y miles de hectáreas de selva en el sureste mexicano, un daño irreparable que se acrecentará con la construcción de complejos industriales y zonas turísticas alrededor.
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