Los proyectos que fueron seleccionados en el IDEATHON, participarán en los cursos del Acelerador de Transición Energética para desarrollar proyectos con innovaciones tecnológicas que permitan a la capital del país agilizar el proceso de transición energética sustentable, informó la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI).
En el Centro de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CDIT) Vallejo-i, 11 equipos de investigadores y emprendedores realizarán este curso que consta de dos talleres, cada uno de tres días; del 4 al 6 de julio y del 31 de julio al 2 de agosto, con el objetivo de aprender la metodología que imparte el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) para concretar sus propuestas de manera más rápida y eficiente.
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Como se recordará, en mayo pasado, la ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, inauguró el “IDEATHON para la Transición Energética", cuya iniciativa, además de ser un esfuerzo por el Gobierno de la Ciudad de México, lleva un compromiso en conjunto por la SECTEI, el Centro Leventhal de Urbanismo Avanzado, el MIT, el Civic Data Design Lab, y la empresa Mota-Engil México para generar proyectos que ayuden a resolver, con tecnología e innovación, las problemáticas urbanas y del suelo de conservación de la capital.
La dependencia informó que los proyectos seleccionados son: un sistema de captura de carbono que recolecta y almacena de manera segura emisiones de CO2 de diversas fuentes para producir polímeros y combustibles neutros; una producción de biogás, mediante residuos orgánicos generados en la ciudad que abastecerán de energía térmica a la industria de las tortillerías; vehículos eléctricos a emplear en el transporte a corta distancia y las entregas de última milla; y superficies de pavimentación de concreto permeables a partir de materiales reciclados para prevenir inundaciones y reducir las emisiones de CO2.
También trabajarán en un biorreactor que convierte los residuos orgánicos en electricidad y fertilizantes; otro reactor para crear huertos urbanos comunitarios en áreas privadas y públicas a partir de microalgas, fijadores eficientes de dióxido de carbono; una producción de electricidad con células solares orgánicas fabricadas a partir de materia orgánica y residuos; y la generación de mototaxis eléctricos para sustituir a las motocicletas convencionales que se emplean en el transporte urbano.
Y están consideradas herramientas de análisis y aplicaciones, algunas basadas en inteligencia artificial, como una plataforma marketplace para conectar a consumidores de energía industriales con vendedores mayoristas o suministradores calificados; una interfaz de programación de aplicaciones (API) para optimizar el consumo de energía mediante el control de la demanda en edificios de alto consumo en la ciudad y su conexión a la red eléctrica, a fin de equilibrarla para que actúe como moderador de la huella de carbono.
Los dos últimos proyectos consisten en una herramienta de digitalización (tecnología blockchain) para educar e informar sobre las bondades del empleo de energía renovable para facilitar su implementación; y un sistema de control ESG que consiste en analizar factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo para que las empresas realicen inversiones socialmente responsables.
Todos estos proyectos de innovación tecnológica pretenden mitigar los efectos del cambio climático y acelerar la transición energética en la ciudad, mediante el reciclaje de materiales y residuos orgánicos, y el empleo de aplicaciones de análisis para hacer eficiente el uso de la energía limpia, lo que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos y fortalecerá la lucha contra el cambio climático.
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