Crecí al sur de la Ciudad de México y siempre amé mi ciudad y a mi país. Sin embargo, en mi juventud hubo un momento en que sentí que estaba en una burbuja de apatismo y conformismo, en una zona de confort, donde no sentía que estuviera cumpliendo mi misión. Me abrumaba, de pronto, la idea de no serle útil a mi país y no hacer algo relevante con mi vida.
Todavía muy joven encontré una convocatoria que llamó mi atención, y entré a la policía. Fue algo que me cambió completamente, porque me di cuenta que ser policía y detener a personas que le hacen un daño terrible a nuestra sociedad era lo que quería hacer de mi vida.
uno de los momentos más duros que he enfrentado fue el atentado ocurrido en junio de 2020
Cuando entendí el objetivo de lo que era ser policía fue al participar en mi primera liberación de secuestro, no la encabecé, es más, ni siquiera participé en la investigación; nosotros éramos tropa. Fue en una zona rural de Teotihuacán y cuando íbamos caminando abrieron fuego desde la casa de seguridad hacia abajo.
Entramos, el equipo con los mandos al frente, y encontramos a la víctima; recuerdo que cuando le quitamos las vendas de los ojos el señor me tomó del brazo y pude ver que lloraba; me dijo que minutos antes sus captores le habían dicho que en una hora lo iban a matar. En ese momento, ese hombre tenía una nueva oportunidad de vivir, y yo también sentí que la tenía, porque empecé a ver mi vida de una manera diferente. Encontrar mi misión me dio una gran tranquilidad.
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Dentro de mi carrera, uno de los momentos más duros que he enfrentado fue el atentado ocurrido en junio de 2020, en Paseo de la Reforma, no solo porque recibí algunos impactos de los más de 400 disparos que recibió la camioneta en que viajaba, sino porque murieron ese día dos queridos compañeros y amigos; Edgar y Rafael.
Después de eso tuve que modificar mis hábitos y reducir las salidas. Pero como aquel hombre rescatado en Teotihuacán, el darme cuenta que estaba vivo me hizo regresar con más ímpetu que antes.
Mi responsabilidad es seguir adelante y demostrar que no tenemos una policía acobardada. Seguimos con más ganas que nunca, trabajando día con día para reducir la delincuencia.
Hoy sigo amando mi ciudad y estoy convencido que proteger a las familias que la habitan merece cualquier sacrificio
Estrategia Integral en CDMX
En la Ciudad de México tenemos una estrategia integral donde las acciones operativas y de investigación para detener a los grupos criminales se acompañan de estrategias de atención a las causas que generan la violencia. En la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) creemos en los jóvenes y, por ello, participamos en muchos programas del Gobierno de la ciudad, para brindarles oportunidades y alejarlos de la delincuencia, como Barrio Adentro, Alto al Fuego y Reconecta con la Paz.
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Tenemos la certeza que las futuras generaciones se verán beneficiadas de estas acciones y podrán disfrutar de una ciudad más segura, con mejor calidad de vida, una ciudad donde la población confíe cada vez más en su policía y trabajen en conjunto para seguir construyendo entornos seguros, donde se respeten los derechos de todas las personas.
Hoy sigo amando mi ciudad y estoy convencido que proteger a las familias que la habitan merece cualquier sacrificio; todas ellas sueñan con un mejor futuro y luchan para salir adelante. Por ello, poder ayudar a una sola persona con nuestro trabajo hace que ser policía valga la pena.
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