Debido a que el acoso escolar se incrementó a nivel nacional en 347% de enero a febrero pasados, respecto al mismo periodo de 2022, el grupo parlamentario del PRI en el Congreso de la Ciudad de México, se pronunció por instaurar el denominado violentómetro escolar para medir el riesgo de bullying.
Al respecto, el diputado de la bancada del Revolucionario Institucional, Jhonatan Colmenares Rentería, urgió a que el Estado tome las medidas necesarias para erradicar el acoso escolar o bullying, a fin de garantizar a las niñas, niños y adolescentes que estén protegidos contra toda forma de violencia, discriminación o castigo por su condición, las actividades, las opiniones expresadas, las creencias de su entorno familiar y en general su identidad.
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Durante la fundamentación de su iniciativa que se turnó para su análisis y dictamen a la Comisión de Educación del recinto de Donceles y Allende, dijo que es precisó que la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación capitalina, implemente un violentómetro escolar, para medir con indicadores el riesgo en materia de acoso escolar, a través de una escala mensurable que permita emprender las acciones adecuadas por parte de las autoridades escolares para garantizar la seguridad y convivencia pacífica en los centros educativos.
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Expuso que, para tal efecto, se requiere hacer una serie de reformas a la Ley de Educación de la Ciudad de México, para dejar estipulado que las autoridades educativas tienen que velar que, en el interior de las escuelas, no se distribuyan o consuman drogas psicotrópicas o enervantes, así como la portación de armas de fuego y objetos punzocortantes.
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Señaló que, en todo caso, las autoridades del ramo, deberán acudir a las autoridades correspondientes a denunciar cualquier hecho de portación de armas u objetos punzocortantes, a efecto de que sea seguido el procedimiento legal correspondiente.
Colmenares Rentería citó que el acoso escolar o bullying impide a niños, niñas y adolescentes que sufren estos maltratos, ejercer sus derechos fundamentales y gozar de experiencias enriquecedoras de educación, interacción social, desarrollo y libre expresión de la personalidad, participación y a sentirse a salvo en la escuela como lugar desde donde es posible construir sociedades más justas y pacíficas.
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