Tipificar como delito el desperdicio de agua en la metrópoli con penas hasta de 9 años de prisión, es analizado en el Congreso de la Ciudad de México, ante el hecho de que con esa acción se afecta no solo a una persona sino a cientos de capitalinos.
La coordinadora de la asociación parlamentaria Mujeres Demócratas en el recinto de Donceles y Allende, Elizabeth Mateos Hernández, fundamentó que en algunas colonias de la urbe el agua es escasa y en otras, como sale de la llave sin limitación, no se toma conciencia de su cuidado y el desperdicio es constante.
Al referirse a la iniciativa que en ese sentido presentó, aclaró que existen sanciones administrativas respecto al desperdicio del vital líquido, pero son medidas insuficientes y por tanto se tiene que privilegiar este derecho humano.
Se mostró a favor de tipificar el desperdicio de agua como delito e incorporar al Código Penal dicha conducta para sancionar de 1 a 5 años de prisión y una multa de 300 a 1500 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), un total de 31 mil 122 pesos, a quien desperdicie o tire el agua potable hasta mil litros.
Además de 3 a 9 años de prisión y una multa de 1000 a 5000 veces el UMA, 518,700, pesos, a la persona que derroche más de mil litros del elemento.
Señaló que el agua es un recurso natural esencial para la vida y la salud; “actualmente vivimos una crisis hídrica a nivel mundial, es escasa y debemos hacer todo lo posible para preservar y protegerla, por ello se deben emprender medidas drásticas que nos permitan tomar conciencia y revertir las graves consecuencias de no cuidarla”.
La integrante de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Poder Legislativo local, sostuvo que es importante aplicar sanciones severas porque el desperdicio del vital líquido afecta a la población en general, al tiempo que alertó que el uso desmedido de los recursos naturales crea problemas de escasez hídrica y de no ser atendido a la brevedad, no solo serán unos días sin agua potable para la población, sino causará incremento en precios para su acceso.
Asimismo, la legisladora por Iztacalco expuso que además de sancionar la conducta, “podemos fomentar el uso responsable del agua, incentivando a las personas y empresas a que se ahorre, así como a implementar prácticas sostenibles en su uso y gestión; de esta manera, no sólo estaremos protegiendo un recurso valioso, sino que también estaremos promoviendo prácticas sostenibles y responsables en todas las áreas de nuestra sociedad”.
Delineó que la actual reducción de agua en los meses de marzo, abril y mayo en la zona metropolitana, es resultado de una falta de capacidad del Sistema Cutzamala para poder proveer a los diversos lugares como Iztacalco, Iztapalapa, Venustiano Carranza, entre otros, y solo mediante pipas del vital líquido se puede satisfacer una de las necesidades básicas de consumo humano.
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Al hacer una serie de declaraciones para referirse a la propuesta que presentó, Mateos Hernández expuso que con el cuidado del vital líquido se evitan gastos en su tratamiento y gestión. Al mismo tiempo, se fomenta la innovación y el desarrollo de tecnologías más eficientes en el uso y gestión del agua, lo que puede generar nuevas oportunidades de empleo y crecimiento económico.
Precisó que actualmente existen sanciones administrativas respecto al desperdicio del agua, sin embargo y ante los cambios de paradigma, el cambio climático y la imperante necesidad de proteger al medio ambiente, estas medidas son insuficientes, por ello la necesidad de tipificar el desperdicio de agua como un delito, para que de esa manera, la autoridad sancione contundentemente, una actividad que se ha agravado y afecta a todos, cuando se debe privilegiar este derecho humano.
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