Ciudad de México.- Ir a un mercado de flores en la Ciudad de México es un deleite para la vista, ya que están llenos de color, aromas y tradición. Pero es más saber que en algunas alcaldías de esta gran urbe, se cultivan muchas de esas plantas ornamentales (las que se siembran con el fin de ser decorativas), que ahí se venden como las rosas, gladiolas, claveles, dalias, crisantemos, lilis, acapulcos, casablanca, tulipanes, violetas, gerberas, amarilis, entre muchas otras.
Este cultivo de flores es una de las actividades agrícolas con mayor usanza y que se ha practicado desde la época prehispánica.
Los productores en la alcaldía de Xochimilco ya sembraron las flores que estarán listas para vender en días previos, durante y posteriores al día del amor y la amistad, el próximo 14 de febrero. Ellos ya promocionan Seguimos las bellas flores que tendrá para este día tan especial para los enamorados o amigos, porque “regalar una flor es un buen detalle”, dicen.
Actualmente la superficie dedicada a la floricultura en esta región es de aproximadamente 198 hectáreas, que se puede clasificar básicamente en superficie bajo cubierta (invernaderos) que son alrededor de 158 hectáreas, las 40 hectáreas restantes se cultivan a cielo abierto.
En un paseo por el Mercado “Palacio de la Flor”, del Deportivo de Xochimilco, donde los productores venden directamente sus plantas no hay intermediarios, Martha Patricia Gómez Trejo, vocal de la Asociación Civil Palacio de la Flor A.C. comentó que ahí trabajan 500 familias de manera directa y cerca de 3 mil personas más de manera indirecta.
Puntualizó que el mercado se constituyó en 1976 y 3 años después los quitaron del centro de Xochimilco y los instalaron en el deportivo.
Narró que está actividad de los floricultores es ancestral, la cual data de los aztecas en las chinampas. Y fue precisamente en el 2017 cuando a la chinampa se le declaró “patrimonio agrícola mundial”.
Arturo Camacho Velasco, presidente de la Asociación Civil Palacio de la Flor A.C. describió la belleza de las flores, su cultivo, cuidado y precios. “Un tulipán cuesta 35 pesos y decorado en 50 pesos, una gran variedad de plantas y éstas cuestan entre 15 y 40 pesos.
La cala es el alcatraz de color, 90 a 140 pesos; las amarilis 180, la violeta 35 pesos; el narciso 25; el Jacinto 30, crocus 25 pesos, el mini girasol 10 pesos, el alto de maceta 12 o 15 pesos, la gerbera 30 pesos.
Feliz con su profesión de agricultor relató que a las llamadas amarilis les gusta el frío; florea dos veces al año, en diciembre y mayo. Mientras que las lilis que se encuentran en muchos colores, la Casablanca y Acapulco se pueden decir que hay la asiática que es la que no tiene aroma, y la oriental es la que tienen aroma; estás dos últimas son las más comerciales estas hay todo el año.
Explicó que en esta temporada del año hay muchas flores llamadas narciso y jacinto, crocus, violetas, ciclamen, gerbera, mini girasol, begonias, calas.
El tulipán precoz crece entre 6 a 8 semanas, mientras que el tardío es de 8 semanas y se empieza a sembrar a partir de la segunda quincena de noviembre para la primera o segunda semana de febrero y el que se vende en la temporada del amor y la amistad se siembra en diciembre, citó.
Arturo Camacho platicó que el tulipán se vende mucho, la flor es de frio, de los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero y primera de febrero y trabajan para sacarlo el 10 de mayo, día de las madres.
Explicó que para estos cultivos, los invernaderos son más altos, con temperatura baja y muy húmeda, al inicio del cultivo el agua es abundante, para que los botones broten y no se aborten. La cala es de poca agua, se riega dos veces a la semana.
El productor describió que la durabilidad del tulipán es de 21 días, “se les recomienda a los clientes, que les ponga agua helada y no reviente el botón y les dure más tiempo. Si hay más calor se abren y en la tarde se vuelven a cerrar”.
“La lilis se riega cada tercer día…hay de corte y de maceta, esta planta se da todo el año, no requiere de mucho cuidado.
Martha Patricia Gómez expuso que para producir una planta se necesitan abonos, sustratos, fertilizantes, “todos los insumos son una cadena de valor que traen, la planta, se le consume al que vende las bolsas, los sustratos, los químicos y a los trabajadores que vienen de los estados de Puebla, Estado de México, Michoacán, laboran con ellos y a su vez, el dinero que obtienen de este trabajo lo envían a sus comunidades.
Pues aseguró que Xochimilco es una alcaldía rica en su economía, “es basta y se mantiene del turismo, agricultura y floricultura, en eso se basa su economía”.
La floricultura en nuestro país ha estado presente desde antes de la colonización. Es así que las flores han tomado relevancia en eventos importantes como las festividades religiosas o en la decoración de los hogares.
La floricultura en nuestro país ha estado presente desde antes de la colonización. Es así que las flores han tomado relevancia en eventos importantes como las festividades religiosas o en la decoración de los hogares.
La mayor parte de la superficie cubierta se localiza en la alcaldía de Xochimilco. Recientemente, aunque en menor medida se han incorporado al cultivo de plantas ornamentales en alcaldías como la de Tláhuac, Tlalpan, y Milpa Alta.
Se cultivan más de 100 variedades de especies ornamentales, principalmente en maceta y bajo invernadero, una de las siembras importantes de la temporada Otoño Invierno es el Tulipán Holandés.
Para el año 2019, la superficie sembrada con este cultivo fue de 2.2 hectáreas, una producción de 326 mil 700 plantas que representaron un valor de producción de 9 millones 88 mil 794 pesos.
Para el año 2020, la superficie programada a sembrar entre las alcaldías de Xochimilco y Tláhuac es de 2.6 hectáreas, con una producción estimada de 394 mil plantas que en su momento pueden representar un valor de la producción de 11 millones 820 mil pesos.
Mientras que en el resto del país se destinan más de 22 mil hectáreas para llevar a cabo esta actividad, las cuales se dividen en 26 estados del país, siendo el Estado de México el principal productor, ya que aporta el 53 por ciento de la producción total a nivel nacional.
Seguido de la Ciudad de México con 17 por ciento; de Jalisco y Morelos quienes aportan el ocho por ciento y de Puebla quien al año aporta seis por ciento. El resto se distribuye en otros estados como Colima, Chiapas, Michoacán y Tabasco, sólo por mencionar algunos.
Con relación a lo anterior en el país existen más de de 10 mil productores distribuidos a lo largo de toda la República, los cuales se dedican principalmente al cultivo de rosas, gerberas, crisantemos, anturios, tulipanes, gladiolas y claveles, así como a la producción de esquejes, plántulas y ciertos tipos de follaje.
La antes llamada Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, ahora Sader, destaca que en México la producción de flores requiere de mucha mano de obra por lo tanto, esta actividad ayuda a generar 188 mil empleos directos y 50 mil eventuales dependiendo de la temporada, así como más un millón de trabajos indirectos anualmente.
Esta actividad está profundamente enraizada en la tradición cultural y productiva del país, por esta razón México ha jugado un papel muy importante en el mercado internacional de flores, lo cual lo coloca en el cuarto lugar en la lista de los productores más importantes a nivel mundial y en el séptimo sitio como exportador con un 20 por ciento del total de la producción, donde Estados Unidos y Canadá son los principales consumidores.