El Sistema Penitenciario en la Ciudad de México colapsará de un momento a otro ante la ingobernabilidad que existe en su interior, donde las ejecuciones no cesan; los enfrentamientos entre los internos están al orden del día y las fugas se dan cuando la delincuencia organizada lo determina. Cuesta 160 pesos diarios mantener a un interno.
Coincidieron en señalar lo anterior por los diputados, del PAN, Héctor Barrera Marmolejo y Jorge Gaviño Ambriz, del PRD, después de haber comparecido ante diputados del Congreso de la Ciudad de México, el subsecretario del Sistema Penitenciario, Antonio Hazael Ruíz Ortega.
Indicaron que en la actualidad, la población en los 13 Centros Penitenciarios es de 24 mil 766 personas privadas de la libertad, de las cuales 23 mil 457 son hombres, en tanto mil 309 son mujeres, según cifras oficiales del portal del gobierno de la Subsecretaria de Sistema Penitenciario de la Ciudad de México.
En total 22 mil 045 son de fuero común y 2 mil 721 de fuero federal, mientras que 5 mil 122 de los casos ya han sido procesados y 19 mil 644 recibieron sentencia.
Indicaron que es necesario que se conforme una Comisión de la Verdad, para que se investigue hasta qué grado de corrupción persisten en los reclusorios, porqué se registran las fugas sin darle seguimiento para tratar de localizar a los delincuentes y porqué siguen las ejecuciones.
Quienes están coludidos en estos hechos, y no solo castigarlos destituyéndolos, sino se debe de procesar, aplicarles la ley conforme a derecho.
Los peor de todo es que los fugados son personas peligrosas que iban a ser extraditados a Estados Unidos, y que pertenecen a una célula delictiva conocida a nivel mundial.
Héctor Barrera indicó que la comparecencia del subsecretario y su informe no aportan nada ni resuelven los problemas por los que atraviesan los reclusorios y penitenciaras de la Ciudad de México.
Persisten las extorsiones para los familiares de los internos cuando los visitan, hay preferencias, a unos los tratan bien, como si estuvieran en un hotel de cinco estrellas y a otros, los humillan, y los utilizan como criados esclavizados.
“En el informe no resaltó lo delicado que es el Sistema Penitenciario de la Ciudad, que podría colapsar de un momento a otro, porque no hay una verdadera readaptación”, dijo el diputado blanquiazul.
Al referirse sobre la reciente fuga de tres internos del Reclusorio Sur la madrugada del miércoles 29 de enero, dijo con incredulidad de la forma en que burlaron la ley para recuperar su libertad.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, Víctor Manuel Félix Beltrán, “El Vic”, cercano al narcotraficante Joaquín el 'Chapo' Guzmán, así como Luis Fernando Meza González y Yael Osuna Navarro, presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, se fugaron a bordo de una camioneta que tenía programada una salida al Hospital Rubén Leñero, en Miguel Hidalgo y donde debía llevar a sólo un interno.
“Se fugan reos que ya se tenían monitoreados de un perfil alto y que lamentablemente no hay un seguimiento permanentemente de estos personajes que hoy en día están fuera de este centro”, cuestionó.
Además, detalló las anomalías que siguen sucediendo en el interior de los reclusos, como riñas, extorción y decesos que dejan estos enfrentamientos.
Dijo que se creé que un gobierno es responsable de que se apliquen las políticas adecuadas para los infractores que cometen una agravio y que los centros penitenciarios se conduzca de forma correcta y encuentre los elementos necesarios para su readaptación”.
Lejos de readaptarse, salen con el grado de maestría de la Universidad del crimen, van preparados, fortalecidos, graduados porque no existe un programa que les ayude a su readaptación.
Por su parte, el también panista, Federico Döring Casar exhibió la negligencia del subsecretario Antonio Hazael Ruíz, por la pasividad en las investigaciones en contra de los funcionarios, incluido el Director, que cooperaron en la fuga de tres narcotraficantes del Reclusorio Sur en enero pasado.
“Sabemos que hay cosas que no se explican más que por corrupción. Eran tres personas de alto perfil y clasificados como de alto riesgo para la sociedad, pero cuesta trabajo suponer que si los tienen clasificados así, exista una falta de pulcritud en el monitoreo de sus actividades”.
No basta con la renuncia de posibles implicados, sino someterlos a un debido y riguroso proceso penal. “De nada sirve la renuncia si ya tienen como jubilación la mordida que les dieron los del Cártel de Sinaloa por dejarlos fugar”.