Comerciantes del Centro Histórico externaron su preocupación y desconcierto por la discrepancia pública que se ha mostrado de nueva cuenta, entre los funcionarios de sector salud del gobierno federal y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheiunbaum, por la semaforización epidemiológica del pasado 5 de agosto y las medida que se deben tomar para atenderla.
Gerardo Cleto López, dirigente de Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño), externó que los vendedores en pequeño, así como los dueños de las empresas familiares han sido testigos diarios de cómo, desde hace varias semanas la “tercera ola” de contagios se venía incrementando, afectando a trabajadores, dueños de establecimientos y encargados.
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Dijo: “sabemos que está en juego en primer lugar la salud y vida de los mexicanos que, aún tomando las previsiones indicadas, han llegado a contagiarse”.
En segundo plano, pero no de menos importancia, está la salud de nuestros negocios que, durante año y medio no han podido recuperarse de las ventas bajas y los endeudamientos excesivos, refirió.
Los comerciantes de Concomercio demandan incrementar masivamente la aplicación de vacunas y pruebas entre la población, pues a pesar de los esfuerzos realizados, estos no son suficientes.
Mantener y reimpulsar los protocolos de higiene y fumigación en los sistemas de transporte público de pasajeros, tianguis y mercados sobre ruedas. El comercio en la vía pública siguen siendo grandes zonas de contagio que las autoridades locales no atienden.
Pese a los números alegres y optimistas que ofrecen algunos funcionarios públicos, esta pandemia ha dejado hasta la fecha casi 250 mil mexicanos fallecidos -en las estadísticas oficiales-, y alrededor de un millón 200 mil negocios cerrados.
La mortandad en ambos rubros es un jinete apocalíptico, que nos debería alertar para diseñar mejores planes y evitar la arrogancia para atender la emergencia.
Desde el pasado mes de diciembre, señalamos que era necesario un cambio de estrategia, pues no podía tenerse como principal línea de acción para combatir los contagios, el cierre de la economía que daña los ingresos de los trabajadores y dueños de establecimientos.
De manera muy simple y ejemplificativa se nos escucha decir: “si no morimos por contagios, moriremos de hambre o estrés por tanto endeudamiento”.
En esta ocasión, acompañamos la determinación de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheiunbaum de evitar en la Ciudad de México nuevos cierres de la economía. Su determinación nos permite ver que es consciente del tamaño de la crisis que enfrentan nuestros establecimientos y la desesperación que hay entre trabajadores, comerciantes y empresarios.
Necesitamos mayores apoyos –los cuales hemos solicitado y no se han atendido--, pues sabemos que la recuperación de la economía va de la mano con estrategias efectivas que contengan y reduzcan la pandemia.
También consideraron que es necesario redistribuir los presupuestos de programas y obras que no son prioritarios para invertirlos en salud y recuperación económica.
Fortalecer para los pequeños establecimientos un programa de reactivación económica que incluya financiamientos mayores a los 300 mil pesos a tasas cero preferenciales, apoyo para la renegociación de endeudamientos de renta, luz, pago de servicios, IMSS, Fonacot e impuestos.
En diversas ocasiones nuestra institución ha manifestado su desacuerdo por la poca claridad e incongruencia de la estrategia de comunicación de la Subsecretaría encargada de la política pública de salud a nivel federal porque hace dudar a muchos mexicanos acerca de la gravedad de la pandemia o las medidas efectivas de prevención como lo es el uso de cubrebocas.
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La autoridad moral y comunicativa del funcionario encargado se encuentra desgastada y desacreditada; sus mensajes ya no tienen los efectos de convocatoria social que debería tener para estos momentos de emergencia. Consideramos de nueva cuenta que se necesita un relevo en el cargo en aras de cambiar lo que no ha resultado.
Ante el fracaso de las estrategias comunicativas del organismo oficial, debemos convocar a todos los actores sociales y económicos, comerciantes, empresarios, trabajadores y clientes a mantener los protocolos de sanitización, distancia y uso de cubrebocas.
Aunque el alto porcentaje del comercio establecido lo está haciendo, nos damos cuenta que tenemos vacíos en la aplicación de protocolos en las calles y corredores públicos, transporte y tianguis. Es importante evitar reuniones sociales y eventos masivos.
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