El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas), Carlos Serrano Farrera, afirmó que grupos de la delincuencia organizada siguen golpeando al sector, y las proyecciones para el año apuntan a que el robo de este combustible conocido como “guachigas” será de alrededor de 75 mil toneladas, con una pérdida económica de 22 mil millones de pesos.
En conferencia de prensa, dijo que en la zona conurbada, donde convergen alcaldías de la capital y municipios del Estado de México, los criminales tienen diferentes formas de operar, desde la venta ilegal del combustible robado en los ductos de Petróleos Mexicanos, hasta el llamado “cobro de piso” a los conductores de pipas de empresas formalmente establecidas.
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Indicó que las 75 mil toneladas de gas LP hurtadas en 2023 equivalen al 10% del mercado nacional, por lo que el daño a las empresas que pagan impuestos y al erario público “son tremendas”, al margen de las afectaciones que la extracción de gas de manera ilícita representa para la población, “pues lo más importante es la seguridad y el peligro que enfrenta la sociedad es enorme”.
Mencionó que se tienen detectados a grupos de hampones que se han apoderado del control en algunas zonas del Valle de México, quienes no permiten que unidades expendedoras de energético entren a las colonias.
“Se han dado a la tarea de tener grupos de choque en ciertas colonias; las pipas legales llegan a vender y de pronto se les cierran y les dicen aquí ya no vas a pasar… y si te pones bravo hemos, tenido casos muy graves de hospitalizaciones o de más graves consecuencias”, dijo en relación con que los conductores de los carros tanque son golpeados o incluso sufren atentados contra su vida.
Extorsiones a la semana
Detalló que los criminales extorsionan con 500 pesos a la semana a los choferes de las pipas para dejarlos pasar en comunidades de la zona conurbada.
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“Les dicen ok, si vas a pasar, sólo que cuando vas a pasar aquí, apunta mi teléfono, me vas a marcar y me vas a avisar a qué hora vas a entrar para que yo avise y no te hagan nada”, afirmó.
El dirigente del sector lamentó esta situación y relató que incluso los delincuentes limitan a las unidades distribuidoras, pues les advierten que solo se les permitirá entrar para hacer un servicio; “nada de que te quedas en la colonia surtiendo más clientes”.
Estimó que en las colonias donde se presenta este tipo de extorsión y amenazas circulan alrededor de 8 o 9 mil pipas; de éstas, unas 6 mil corresponden a comisionistas, lo que demuestra que las bandas de malandros arremeten parejo y contra todos.
Tras hablar de los pormenores de su próximo Congreso GLP, a realizarse en el Centro Banamex el 29 de noviembre, donde asistirán conferencistas especializados en temas del sector, el presidente de Amexgas agregó que el número de tomas clandestinas en los ductos de Pemex para robar gas LP pasó de 7 diarias a casi 11 en el último año, de acuerdo con datos de Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM).
Manifestó que el actual sexenio estará teniendo un acumulado cuando menos de 75 mil millones de pesos de pérdidas por el hurto de este combustible, fenómeno que vino creciendo desde 2018.
Combate al robo de gas y diésel
Afirmó que el gobierno federal, al inicio de su gestión, centró toda su atención en el combate del robo de gasolinas y diésel, “y ahí en ese rubro si se vio que hubo control porque las estadísticas evidenciaron una baja en la extracción ilícita de los combustibles, pero en el caso del gas LP los delincuentes, tras ver que el terreno estaba libre; es decir, sin operativos y acciones de gobierno, vieron que el patio estaba barrido y se enfocaron en el robo de este energético”.
Subrayó que el promedio de venta de gas LP es de 700 mil toneladas al año, pero las estimaciones apuntan a que el promedio robado es de 50 o 60 mil toneladas, lo que -dijo- representa un golpe muy importante para Petróleos Mexicanos y para los distribuidores.
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Abundó que es combustible que pasa a manos de los delincuentes no sólo afecta el patrimonio de Petróleos Mexicanos, sino a los empresarios y a los consumidores; éstos últimos corren el riesgo de ser víctimas de trágicos accidentes debido a que el gas robado no se distribuye con las medidas de seguridad establecidas en la norma.
Mayor incidencia
Alertó que este problema está presente con mayor incidencia en el centro del país, especialmente en Puebla, Estado de México, ciudad de México, Veracruz e Hidalgo, incluso en algunas regiones del Bajío.
Explicó que la extracción ilícita se da a lo largo del ducto principal de Pemex, por lo que los que realizan el ‘huachigas’ se les facilita, logísticamente, distribuirlo solo en estas zonas geográficas.
También se refirió al reto que representa el establecimiento de precios máximos por parte de la Secretaría de Energía, y aunque en un inicio afectó mucho a la industria y se tuvieron que cerrar rutas, de manera paulatina se han ido adoptando a esta regulación.
Puntualizó que con esta política establecida por el gobierno federal, la cual no existe en ningún país del continente americano, el margen de utilidad ha insuficiente, o al menos al principio de la disposición, debido a que no cubría los costos básicos de operación, ya que se tuvo que parar mucho equipo y dejar de distribuir en ciertas zonas.
Aseveró que los empresarios del sector están en la mejor disposición de continuar brindando un mejor servicio, e indicó que también se han tenido diversas reuniones con representantes del gobierno en materia de seguridad, con el fin de encontrar las formas para frenar el avance de los grupos criminales que hacen de las suyas contra las empresas distribuidoras de gas LP, pues es un problema que afecta a toda la sociedad mexicana.
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