El próximo 17 de marzo se celebra el día de San Patricio, santo patrono de los irlandeses, en aquel país se conmemora cada año en conmemoración de la muerte del santo que está relacionado con la fundación de la República de Irlanda.
San Patricio fue un misionero y predicador católico, vivió entre los siglos IV y V, y la importancia de esta figura religiosa es que se conoce como el hombre que introdujo la religión a la isla europea.
Un símbolo común en esta celebración es el trebol, debido a que San Patricio utilizó esta planta para explicarle a los irlandeses la Santa Trinidad (el padre, el hijo y el espiritu santo) y así comenzar la evangelización.
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Según los creyentes, San Patricio liberó a Irlanda de las serpientes, según cuenta una leyenda la isla estaba llena de serpientes, y San Patricio como buen católico odiaba a las serpientes por representar el mal, por lo que se encargó de atraerlas hasta un acantilado donde hizo que se lanzaran al mar donde murieron ahogadas.
Esta metáfora servía para explicar cómo el cristianismo puso fin a siglos de paganismo en la isla. Con la salida de las serpientes, se suponía que se debía acabar la lujuria, la ira y la codicia; porque de acuerdo a biólogos nunca hubo serpientes en Irlanda.
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Importancia del Día de San Patricio en México
En México el 17 de marzo es de relevancia, porque hay algo que tenemos en común con el pueblo irlandés, que es el Batallón de San Patricio.
Tras la invasión de Estados Unidos a México en 1946 y apoderarse de gran parte del territorio, hubo un soldado de origen irlandés que decidió desertar de las filas yanquis y junto con el un gran grupo de soldados lo siguieron la mayoría irlandeses y alemanes, pues las condiciones en que los tenían eran muy malas, especialmente no los alimentaban.
La deserción se llevó a cabo en territorio mexicano y a pesar de haber muchos documentos sobre este hecho, poco se sabe del batallón de San Patricio y de como sus soldados se unieron a filas mexicanas, algunos historiadores aseguran que se debió a diferencias de religión, puesto que los estadounidenses eran protestantes y los irlandeses católicos, por lo que se sintieron más identificados con los mexicanos.
Lo que si se sabe es que su primer batalla como parte del ejército mexicano fue en Monterrey el 21 de septiembre de 1846, quien lideró al batallón fue el primer desertor, el teniente John O´Reilly, quien cansado de las burlas por parte de sus compañeros del ejercito estadounidense por su religión y origen decidió integrarse al bando contrario.
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Como símbolo de su unión con los contrarios elevaron una bandera. Esa insignia de fondo verde presumía un arpa dorada, la frase Erin Go Bragh (Irlanda por siempre) y la imagen de San Patricio, el santo patrono de Irlanda, y fue por él que el grupo es conocido como el Batallón de San Patricio.
El Batallón de San Patricio fue pieza clave en las luchas de Monterrey y Angostura, pero finalmente cayeron cuando las fuerzas armadas mexicanas se habían resguardado en el Convento de Santa María de Churubusco, donde fueron sorprendidos por el ejército estadounidense, dirigido por el general Twiggs.
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Honores al Batallón de San Patricio
Se inició un enfrentamiento armado, pronto, el ejército mexicano se quedó sin municiones y fueron vencidos. Después de este fracaso, los estadounidenses sometieron a los mexicanos y condenaron a los desertores irlandeses y alemanes a morir ahorcados mientras se alzaba la bandera de los Estados Unidos en el Castillo de Chapultepec.
Los sobrevivientes fueron marcado con un hierro caliente en la cara con una letra D de desertor; con estas acciones se ganaron el desprecio de los soldados yanquis.
Mientras que en México el Batallón de San Patricio ha sido objeto de homenajes puesto que a pesar de que no ganaron batallas, el hecho de unirse a la causa de la libertad de los mexicanos los hace nuestros hermanos.
En la actualidad el Batallón se conforma por una banda de gaitas que podemos escuchar en el ex convento de Churubusco, donde también se encuentran los cañones usados en la última batalla en la que participaron.
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