Por primera vez en la historia de la iglesia, las autoridades eclesiásticas del Estado de México determinaron no colocar una cruz en la frente de los feligreses el Miércoles de Ceniza, primer día de Cuaresma conforme a la tradición católica, a celebrarse el próximo 17 de febrero.
Para evitar contactos en el rostro de los creyentes, el clero decidió proporcionar la ceniza en recipientes, con el fin de que una sola persona puede llevarla a casa y distribuirla en el núcleo familiar.
De acuerdo con el titular de la Arquidiócesis de Toluca, arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos, en esta ocasión, dada la emergencia sanitaria por Covid-19, se realizarán modificaciones para ese día santo.
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A través de información oficial, la iglesia mexiquense advirtió que aún prevalecen altos los riesgos de contagios, tras recordar que el Estado de México todavía se encuentra en semáforo epidemiológico rojo.
Las autoridades eclesiásticas dijeron que para poder proporcionar la ceniza se utilizarán los atrios de los templos católicos como espacios abiertos, y el reparto se hará a una sola persona que acuda con un recipiente para poder llevarla, a partir del domingo 14 de febrero.
Asimismo, el clero determinó que para esta conmemoración las iglesias, parroquias y rectorías podrán realizar la Eucaristía, pero únicamente con un aforo de 20% en los recintos religiosos.
También afirmó que las celebraciones litúrgicas deberán transmitirse mediante las plataformas digitales, con el fin de aminorar los riesgos de contagio.
El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma y marca el periodo previo de 40 días previo al Domingo de Ramos, con el que da inicio la Semana Santa, conforme a las tradiciones católicas.
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