Etiquetar en el presupuesto de la Ciudad de México para el próximo año al menos tres mil millones de pesos, para que se les entregue un subsidio a los 18 mil concesionarios del transporte público y puedan hacer frente al costo de insumos, demandaron los integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT), luego de que el gobierno capitalino sólo les autorizó un peso de aumento a la tarifa, en lugar de tres que era lo que solicitaban.
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Para tal efecto, entregaron una petición formal al Congreso de la Ciudad de México y los diputados locales deberán analizar si es viable destinar ese monto al transporte público concesionado, el cual sólo recibe un tres por ciento de los cerca de 80 mil millones de pesos que se destinan al rubro de movilidad.
Al ofrecer una conferencia de prensa en las escalinatas del recinto de Donceles y Allende, el vocero de la FAT, Enrique Hernández, aseguró que los transportistas subsidian el costo real del pasaje con 7.50 pesos por persona, a la vez que refirió que por ello es fundamental que la administración capitalina acceda a aumentar a dos pesos más la tarifa que es lo que falta para hacer frente a los gastos o de lo contrario, se les entregue anualmente más recursos provenientes del presupuesto.
Francisco Carrasco, también vocero de la organización, dijo que buscarán acercamiento con legisladores, incluso con funcionarios del gobierno de la Ciudad de México, para construir un diálogo y darles a conocer sus necesidades que van dirigidas, principalmente, a mejorar el servicio que se les presta a los capitalinos, al tiempo que detalló que de continuar la cerrazón de los actores políticos acudirán a todas las instancias posibles para ser escuchados y atendidos.
Coincidieron que por la situación económica por la que atraviesan que se agudizó con la pandemia por el Covid-19, ya desaparecieron dos rutas y, por tanto, se tiene que hacer todo un esfuerzo para que ello ya no ocurra.
“Vamos a seguir tocando las puertas, es indispensable que se atiendan nuestras demandas; tiene que haber una partida presupuestal especial para los transportistas y se pueda hacer frente al bono de combustible comprometido, así como gastos para adquisición de insumos”, detalló Carrasco.
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Diálogo con autoridades
Los del FAT que se manifestaron afuera del Congreso y ofrecieron una rueda de prensa, pidieron a los representantes populares de todos los partidos políticos que se les tome en cuenta como parte fundamental en la movilización de la metrópoli; que se les incluya en la partida del presupuesto con un bono de combustible que compense los dos pesos que faltaron de incremento a la tarifa del pasaje.
“De esa manera se evitaría caer en la quiebra técnica y que se inmovilice a la ciudad”, sostuvo Enrique Hernández, quien dejó en claro que “se anunció de forma unilateral por parte del gobierno capitalino, el incremento de un peso en la tarifa a partir del 15 de junio”.
Expuso que se trató de un peso que efectivamente suma, pero no remedia la situación por la que atraviesan los del gremio transportista de la metrópoli.
“Un peso que puso el usuario, pero que no alcanza frente a los 7.50 pesos que aún ponemos nosotros; un peso al que le faltan aún dos pesos más para poder sobrevivir en el corto plazo”, delineó.
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Durante la conferencia se destacó que la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hace algunas semanas, decía orgullosa que el costo del pasaje en la urbe es el más bajo, ello a costa de quienes integran el transporte público concesionado.
Para los transportistas, convertir la tarifa en una herramienta política, es la línea que traen los gobiernos de izquierda desde hace 25 años, debido a que si un servicio como el que presta la Red de Transporte Público (RTP) le cuesta al gobierno 14 pesos por pasajero, “por qué motivo o razón a nosotros nos debe costar seis pesos”.
Insistieron que subsidian cada viaje por persona en la capital del país con 7.50 pesos, lo que obliga a las autoridades y congresistas a considerarlos con más dinero en la partida presupuestal.
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