Ciudad de México.- Integrantes de la organización Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) advirtieron que la problemática del sector en la Ciudad de México se ha venido agudizando en los últimos años y es urgente aumentar cuando menos 2 pesos las tarifas del transporte, al tiempo en que expresaron su rechazo a adherirse al fideicomiso del sistema de transporte de la capital por estar en quiebra.
En entrevista, Nicolás Vázquez, vocero de la agrupación, y Francisco Carrasco, miembro de FAT, indicaron que actualmente el costo real del pasaje es de 13.04 pesos. “Hoy nos enfrentamos a la pauperización del servicio. La ciudad dice que invierte en transporte, pero a quienes realizamos más del 50 por ciento de los viajes día en la ciudad de México, no nos da un solo peso, reclamó el portavoz de la organización”.
Francisco Carrasco aseguró que sólo el subsidio a los concesionarios o las tarifas pueden salvar al transporte en la ciudad “porque de otra forma seguirán en un círculo vicioso donde las autoridades piden cambio de unidades para poder aumentar las tarifas, mientras que los concesionarios carecen de recursos para modernizar su flota”.
Las unidades del servicio público concesionado cobran entre 5.50 y 6.50 pesos y la última actualización corresponde a abril de 2017. El servicio nocturno, que empieza a las 23 horas y concluye a las 6 horas, la tarifa aumenta un 20 por ciento, de acuerdo a la Gaceta de gobierno de la capital.
Los transportistas manifestaron que prefieren continuar en el sistema tradicional de hombre-camión y expresaron su rechazo a convertirse en empresas y participar en la “Tarjeta Ciudad” “porque éste está llevando a la quiebra a quienes optaron por él”.
Denunciaron que el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Movilidad, quiere imponerles la colocación en cada una de las unidades del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), como requisito para pasar la revista vehicular.
Adicional a esta exigencia, dijeron, las autoridades pretenden colocar en las unidades barras contadoras de pasajeros como primer paso para integrarlos al sistema de recaudo donde se encuentran otras empresas, como las concesionarias del Metrobús.
Agregaron que el gobierno de Claudia Sheinbaum “vende” la idea a los ciudadanos de que la instalación de estos instrumentos es para seguridad, pero es todo lo contrario. “La seguridad no tiene nada que ver con el GPS y las barras contadoras; para eso están las cámaras, pero no están ligadas al C5 en tiempo real”, sentenció Nicolás Vázquez.
Relataron que hace algunos días, en una reunión con varios de ellos, Roberto Capuano Tripp, director General del Órgano Público Descentralizado Metrobús, se dijo que el fideicomiso del Sistema está en quiebra.
Lo mismo ocurre con varias de las empresas concesionarias de las que ellos mismos son parte, expresaron, por lo que dudan de los motivos por los cuales quieren orillar a los actuales concesionarios individuales a convertirse en empresa.
El vocero de la organización dijo que el fideicomiso se soportaba solo, pero a partir de ciertas decisiones políticas de pasadas administraciones al incluir recorridos que no aportan siquiera lo que se gasta, “se vino a pique” y para que pueda seguir funcionando con la tarifa que hasta este momento tiene el Metrobús, se le han inyectado subsidios del gobierno de la ciudad por miles de millones de pesos.
Hace tres años fueron 700 millones de pesos de subsidio, hace dos años poco más de mil millones de pesos, el año pasado consideran los transportistas que fue algo así como mil 500 millones de pesos, porque los costos de operación van subiendo y se necesitan más recursos.
“Y no queremos que nos lleven para allá porque los fideicomisos en este país son un barril sin fondo. Los fideicomisos sólo han servido para desposeer a los legítimos titulares de las concesiones o de los derechos”, abundó Nicolás Vázquez.