Ciudad de México.- La industria restaurantera solicitó a las autoridades de la Ciudad de México aumentar el aforo a 30% en el interior de los establecimientos a partir del primero de marzo y que el cierre de funcionamiento hasta las 23 horas.
La Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac) CDMX informó que estos fueron los planteamientos que el sector empresarial hizo en la mesa de negociación que mantiene con autoridades del gobierno capitalino.
Los empresarios destacaron también la importancia de dar claridad a los lineamientos y a las sanciones a las que se harán acreedores los restaurantes que incumplan, a fin de evitar decisiones discrecionales.
Reiteraron su compromiso de mantener el funcionamiento de mesas en el exterior con una distancia de 1.5 metros entre ellas y seis personas por mesa, así como el uso del código QR. No obstante, señalaron que no pueden negar el servicio al cliente que decida no registrarse.
De igual manera se priorizará el uso de mesas exteriores, pero se solicita que la supervisión del INVEA se realice únicamente por el porcentaje de aforo permitido en interiores.
La Canirac CDMX explicó que aumentar el servicio hasta las 23 horas ayuda a sobrellevar la situación económica de los empresarios del sector al mismo tiempo que previene contagios, ya que evita saturaciones en los establecimientos e incluso en el transporte público durante las horas pico.
Asimismo, el presidente de la Cámara nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Fernández Alonso reiteró la voluntad de los empresarios del sector para contribuir con el diálogo y rescatar este sector fundamental para millones de familias.
Recordó que antes de la crisis sanitaria siete de cada 10 establecimientos eran informales, pero hoy esa cifra ha aumentado a 8.2 de cada 10.
Indicó que muchos restaurantes han permanecido cerrados por más de 100 días. Y los que abren están sujetos a aforos reducidos, por lo que las ventas han caído en más del 70%.
Sin embargo, destacó que los gastos y compromisos con los acreedores se mantienen, en su mayoría, en términos a los establecidos antes de la crisis sanitaria. Prevalece la falta de liquidez, con dificultad para acceder a apoyos crediticios por considerarse negocios de alto riesgo.
Señaló que esto se traduce en el cierre de más de 100 mil restaurantes, tendencia va creciendo, con el riesgo de perder más de 800 mil empleos.
Resaltó que el daño a la industria no sólo perjudica a los restaurantes y a su cadena productiva, ya que este sector impacta al 83% de 303 ramas económicas del país, lo cual tiene serias repercusiones en el sector inmobiliario y financiero.
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