Las descargas de agua residuales en la presa Madín, ubicada en el municipio de Atizapán de Zaragoza, deben frenarse ya porque los niveles de contaminación de ese cuerpo de agua siguen creciendo y es urgente implementar un programa de rescate, empezando por declararla área natural protegida.
Así lo dieron a conocer diputados del PRI en el Estado de México, al demandar que el gobierno federal abra los procedimientos para que la presa Madín tenga la categoría de reserva ecológica estatal, con el fin de protegerla de la degradación ambiental.
Durante una reunión legislativa en la que se discutió el estatus del deposito de agua, el cual fue considerado hasta hace unos años como un destino turístico en la zona conurbada, el legislador David Parra Sánchez, integrante de la bancada priista, afirmó que los municipios de Naucalpan, Xonacatlán, Jilotzingo y Atizapán de Zaragoza son las principales localidades que realizan descargas en la presa Madín.
Aseveró que es necesario que los gobiernos de esos ayuntamientos contribuyan en el rescate del lugar, pues al paso de los años el deterioro ha sido cada vez mayor, sin que existan proyectos gubernamentales para contrarrestar los daños en la zona.
Los diputados lamentaron que la distinción que tuvo dicha presa, como ícono de esparcimiento y relación de familias, atractivo para pasar fines de semana, haya quedado en el olvido y hoy solo exista preocupación por los altos niveles de contaminación, sin que nadie se ocupe de ello.
En un reporte emitido el año pasado por la dirección general de la Organismo de Cuenta Aguas del Valle de México, a cargo de Víctor Bourguett Ortiz, se estableció que para solucionar de manera definitiva el deterioro de la calidad del agua de la Presa Madín era indispensable controlar y tratar las aguas residuales que son descargadas al embalse.
En su momento se demandó la participación de los municipios, con el fin de que mejoran, en cantidad y calidad, los servicios de alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales.
La presa Madín ha estado afectada por el recubrimiento del embalse con maleza acuática, principalmente lirio, como resultado de la carga de nutrientes en el agua del embalse.
Tras subrayar que es necesario clausurar los vertederos de aguas negras que desembocan directamente a la Presa Madín, David Parra Sánchez indicó que en los últimos tres años se presentaron al menos dos emergencias ambientales sobre ese cuerpo de agua.
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Recordó que en 2019 la proliferación de lirio acuático cubrió la totalidad del espejo de agua, y apenas en agosto pasado se registró la muerte masiva de peces, debido a la contaminación del agua, generándose otro problema al quedar los cuerpos de estos animales expuestos a cielo abierto.
El diputado detalló que los principales contaminantes son coliformes fecales, grasas y aceites, ortofosfatos, sólidos disueltos, y detergentes. Esto se suma al hecho de que los canales no están revestidos para la transportación de los desechos líquidos sin tratar sobre todo en suelos altamente permeables, tiraderos de basura a cielo abierto que producen lixiviados y exposición de acuíferos por exposición.
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