A su salida de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), la señora Esmeralda pidió justicia para su perrita Mony, quien fue asesinada por una de sus vecinas en el mes de mayo en la alcaldía Coyoacán.
La perrita quien contaba con 15 años de edad, fue enterrada en la jardinera de su vecina y, después de varios días de búsqueda, con ayuda de sus conocidos, Esmeralda dio con el cuerpo de su mascota afuera de la vivienda de la presunta criminal.
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La mujer afectada, dijo que la policía no le pudo ayudar en el momento del hallazgo, "nosotros vemos que la sacó pero no podemos hacer nada, no nos podemos meter a su casa", le respondieron los uniformados capitalinos.
A pesar de que la señora busca que se pague con cárcel el asesinato de Mony, no podrá ser debido a que la presunta responsable ya cuenta con más de 80 años de edad, pero serán las autoridades las que determinarán la responsabilidad de la mujer tras las investigaciones ya que, al parecer, está perrita no es su primera víctima.
Hasta cuatro años de prisión por asesinar a un perrito
En la Ciudad de México, el Código Penal determina una sanción de seis a dos años de prisión y multas de 50 a 100 días, a quienes causen lesiones a los animales y, en casos graves que pongan en riesgo la vida de las mascotas, o la muerte, se impondrá una multa de dos a cuatro años de prisión y de 200 a 400 días.
En México el maltrato animal equivale a una multa de 10 a 100 días de salario mínimo, es decir, 17 mil 287 pesos, así como de 60 a 180 jornadas de trabajo comunitario, o una pena de tres meses a dos años de prisión con una multa de 150 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), aunque que cada estado tiene diferentes sanciones.
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Afuera de la FGJ un pequeño grupo de personas esaperó a la salida de la agresora, para confrontarse pero fue evacuada por otra salida para evitar conflictos.
Para Esmeralda, este será un proceso que no llevará a la cárcel a la mujer, pero quieren evitar la muerte de otras mascotas, ya que otros lomitos han perdido la vida en sus manos, "porque es su hobby", según dicen los colonos, que así lo mencionan las hijas de la octogenaria.
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