Es necesario dejar atrás los conceptos de “empresas esenciales y no esenciales” en medio de la emergencia sanitaria por Covid-19, con el fin de reactivar la economía, afirmó el presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, Gilberto Javier Sauza Martínez.
En conferencia de prensa, el representante del sector privado se pronunció por acuñar los términos de “empresas de riesgo”, haciendo un estricto análisis de aquellas que entren en esta clasificación, y encontrar nuevos mecanismos que permitan la reapertura de la mayoría de las unidades económicas en la entidad.
Luego de manifestar que el sector productivo no resiste más las restricciones para poder operar y con ello salvar las fuentes de empleo, “pues son cada vez más las plazas laborales que se están perdiendo como resultado de la falta de funcionamiento de las empresas”, el dirigente empresarial aseveró que se requiere una inmediata estrategia en la que se procure la salud de la población, pero también se brinde respiro a los establecimientos.
Explicó que las unidades económicas catalogadas como no esenciales han hecho hasta lo imposible para no morir, destinando incluso inversiones y adecuaciones que han mermado sus ahorros tras meses de pandemia y ahora con la nueva fase del semáforo rojo.
“No hay razón para que una empresa de bajo riesgo siga cerrada, porque entonces las repercusiones serán catastróficas en materia de empleo, de seguridad y de convivencia social”, dijo el presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México.
Demandó sensibilidad de las autoridades de la entidad con el fin de encontrar los mecanismos que ofrezcan continuidad en las cadenas productivas, y dijo que los empresarios están en la mejor disposición de participar de manera conjunta en las soluciones a esta situación que está destrozando la economía.
Mencionó que las diversas unidades económicas enfrentan en su mayoría severos problemas de solvencia, y se estima que más de la mitad de las empresas establecidas en el territorio estatal han adquirido deuda para continuar en operación.
Advirtió que el 30% está en inminente riesgo de quiebra definitiva y que se prevé que no resista ni siquiera los tres primeros meses del presente año. “Si no regresamos a operar de manera inmediata, estamos atrayendo una gran bola de nieve hasta nosotros que hará que esta crisis de salud sea mucho más difícil de superar”, dijo.