A pesar de que el Colectivo Presa Madín, organización integrada por ciudadanos, académicos y abogados, documentó la contaminación de ese cuerpo de agua, las autoridades de Naucalpan, desde 2017, aceptaron que la presa es utilizada para suministrar el recurso natural a diversas comunidades del municipio.
Tras las alertas de sequía emitidas por la Comisión Nacional del Agua, dicha presa ha sido la alternativa para dotar del líquido a miles de familias de la región, aun cuando los niveles de polución incluso han provocado la muerte de peces.
En un documento elaborado por el Colectivo Presa Madín se advierte que la contaminación se encuentra soportada por investigaciones profesionales, mismas que han sido reportadas a diversas autoridades.
La maestra en Toxicología, Marcela Galar, integrante de la organización y perteneciente a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, encargada de las investigaciones por contaminación del agua, manifestó que estudios hechos revelan la presencia de metales y fármacos, como aluminio, mercurio, hierro, Diclofenaco, Naproxeno, Acetaminofen, Antreceno, Fenantreno e hidrocarburos.
Tal situación, dijo, explica la muerte de miles de peces en la Presa Madín, producto de la contaminación, donde existe una preocupación de que esto pueda impactar en la salud de los habitantes de la zona.
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Lo anterior, en función de que de acuerdo a información entregada por autoridades de Naucalpan, mediante una respuesta a la solicitud de información 00128/NAUCALPAN/IP/2017, el agua de la Presa Madín se considera de primer uso y se usa para dotar de agua potable a múltiples fraccionamientos residenciales y colonias.
Al respecto, el asesor jurídico del colectivo, Miguel Miramontes, explicó que desde 2018 se han presentado diversos recursos legales que han sido desechados o no han procedido bajo diversas excusas y atenuantes.
Aseveró que en ese año se promovió una demanda en contra de diversas autoridades gubernamentales municipales de Naucalpan, Atizapán y Jilotzingo, así como del Gobierno del Estado de México y Gobierno Federal, lo cual a la fecha no ha prosperado para poder ejercer acción directa en contra de los responsables.
En el Atlas de Agua de México de 2016, la Comisión Nacional del Agua reconoce una zona en condición de absoluta escases de agua, lo que genera un problema adicional, relacionado a la imposibilidad de dotar del recurso natural a todos los fraccionamientos inmobiliarios que se encuentran en la zona.
Se advierte, además, que 2018 a la fecha ha crecido el desarrollo urbano de manera considerable, situación que representa un grave problema y el cual de no atenderse, las dimensiones serán mayores en el tema del agua, pues al tratarse de edificaciones en zonas de barrancas, no cuentan con un sistema de drenaje.
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