A un año del colapso de la Línea 12 del Metro en el tramo que corre entre la estación Tezonco y Olivos, en todas las investigaciones y peritajes sobre las causas de esa tragedia, coinciden que fue debido a un error de construcción, tanto por falta o mala colocación de los pernos. Pero no mencionan la responsabilidad de la pésima supervisión de la construcción por parte de los directivos de las empresas constructoras.
Así lo consideró Fernando Espino Arévalo, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro (SNTSTC), quien resaltó que los peritajes oficiales, no hacen ninguna mención sobre la falta de supervisión, revisión y vigilancia de la estructura elevada, a cargo del STC, como un factor que contribuyó al incidente.
En entrevista con La Prensa comentó que está demostrado que la falta de atención e inversión de recursos económicos afectó de manera significativa la realización de los mantenimientos necesarios, comprometiendo la seguridad del servicio.
Tras un año de la tragedia, los dictámenes de la Fiscalía de la Ciudad de México mencionan únicamente a ex funcionarios involucrados en la construcción de la obra, sin incluir a las o los directores que han estado a cargo de la Administración del Metro, sin saber cuáles fueron los motivos.
En opinión de Fernando Espino, la actividad del mantenimiento en la L12, en los últimos años fue una tarea olvidada, tanto en la parte elevada como en el túnel, desperdiciando la experiencia y capacidad de los trabajadores del Metro para las múltiples tareas de mantenimiento.
Hizo hincapié que el Comité Asesor Técnico, en sus recomendaciones señala la imperiosa necesidad de apegarse a los programas de mantenimiento, habiendo detectado los incumplimientos en esta materia.
El líder sindical hizo énfasis que, en el primer año de operación de la Línea se debió observar cualquier anomalía de la misma, en la obra civil para hacer efectiva la garantía y hacer responsable a las empresas constructoras; lo cual no se hizo.
Reprochó que los trabajadores del Metro, “nos enteramos a través de los medios de comunicación que a un año del incidente, se han iniciado los trabajos de rehabilitación en esa línea, situación que ha afectado a millones de usuarios por su cierre y que desafortunadamente nunca se analizó técnicamente la posibilidad para poder brindar un servicio parcial en la parte subterránea”.
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Espino Arévalo refirió que esos trabajos de rehabilitación, se están realizando por la Secretaría de Obras del Gobierno de la CDMX en el tramo elevado, a través de las empresas constructoras.
Mientras que el tramo subterráneo está a cargo del STC, apoyado por la empresa ICA que realizó los trabajos de atención de filtraciones, “por cierto con personal no especializado, sin apegarse a los procedimientos de la materia y con resultados poco satisfactorios”, señaló.
Además, “por parte de una empresa que desconocemos, se realizarán los trabajos en vías, a través de un contrato de 402 millones de pesos para la rehabilitación de la vía, en 7 curvas, sin tomar en consideración la experiencia y capacidad de los trabajadores del Metro, que bien pudimos realizar estos trabajos y ahorrarnos grandes cantidades de dinero, que serían destinados a la falta de refacciones y herramientas que gran falta nos hace”.
El representante de más de 14 mil sindicalizados del Metro manifestó que los peritos externos afirman que si era posible monitorear la condición de la estructura elevada y prevenir la tragedia.
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