La diputación del PVEM en el Congreso de la Ciudad de México refrendó su postura de que se prohíban de manera definitiva las corridas de toros en la capital del país, al volver a impulsar una iniciativa en la materia, con la consigna de impedir que el Poder Legislativo local se convierta, como ya sucedió, en cómplice de quienes están a favor del maltrato de esos animales.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Bienestar Animal del recinto de Donceles y Allende, Javier Ramos Franco, delineó que el documento que será analizado por los legisladores, va dirigido a prohibir la denominada fiesta brava en la metrópoli.
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Calificó al Congreso como omiso e irresponsable ante la crueldad animal que viven los toros, así como caballos que son utilizados en cada corrida que se realizan en las plazas de la urbe.
El congresista que funge como coordinador de la asociación parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad en Donceles y que es suplente del diputado Jesús Sesma Suárez, insistió en calificar al órgano deliberativo como cómplice, falto a la verdad, indiferente y de doble moral, a la vez que consideró como una vergüenza que el Poder Judicial le enmiende la plana de manera permanente al Congreso respecto al tema de las corridas de toros.
“Los jueces, los magistrados y hasta los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son los que tienen que tomar estas decisiones, porque los que deberían hacerlo, aquí, en este Congreso, les da miedo”, lamentó Javier Ramos.
Asimismo, el representante popular animalista en torno a la iniciativa sobre prohibir el maltrato a los animales, destacó la importancia de legislar en materia del cuidado de los recursos naturales, la preservación de la biodiversidad y el respeto a los seres sintientes, a la vez que pugnó porque ello se consolide en la presente II Legislatura que concluye en agosto.
Por lo anterior, el diputado local consideró que jurídicamente una consulta popular sobre las corridas de toros, quizá no sea el mejor instrumento para definir el tema, porque al final “estamos hablando de derechos humanos”, pero se mostró abierto a la realización de la misma.
En ese sentido, a seis años de que se estableciera claramente en la Constitución de la Ciudad de México que en la metrópoli “toda persona tiene el deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales”, el congresista Ramos Franco reiteró el llamado a sus homólogos a discutir el tema y dejar de “estar pateando el bote”.
Insistió que lo único que pide es que se discuta el tema, “si lo ganamos bien y si lo perdemos pues también, no pasa nada”, porque así es la democracia y la vida de cualquier Congreso y Parlamento del mundo.
Recriminó: “estamos siendo sumamente irresponsables, porque nos hemos rehusado sistemática y deliberadamente a votar un tema que la sociedad nos está exigiendo, no solo por las protestas y los amparos, sino por las múltiples iniciativas que aquí se han presentado, entre ellas, por cierto, una iniciativa ciudadana que acumuló más de 15 mil firmas de apoyo”.
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