La Ciudad de México se ubica entre las entidades federativas con mayor número de niños que trabajan en la calle, como es el caso de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Michoacán y San Luis Potosí, confirmó el integrante de la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso capitalino, Luis Alberto Chávez García, quien aseguró que la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (STFE) local, entre sus pendientes tiene el fortalecer la política pública junto con otras dependencias para evitar que más menores de edad laboren.
Dio cuenta que los sectores en los que trabajan niños y adolescentes de México son principalmente el primario o agropecuario, que ocupa el 27.4 por ciento; seguido del de servicios con el 25.5; comercio con el 24.1; industrial con el 18.5 y la industria de la construcción con el 4.9 por ciento.
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Convocó a la administración de la capital del país a apoyarse del Poder Legislativo para iniciar con propuestas que sean factibles al desarrollo de menores de edad.
“Proponemos programas de becas, vivienda digna, más comedores comunitarios para recibirlos y albergues dotados con docentes para que aprendan a leer, escribir y conozcan las matemáticas”, delineó.
El diputado panista al pugnar reducir el trabajo infantil en la metrópoli, declaró: “en la Ciudad de México podemos observar grandes cantidades de niños y adolescentes vendiendo productos en el transporte público, primordialmente en el Sistema Colectivo de Transporte (STC) Metro, la Central de Abasto, en cruceros y en la industria de la construcción”.
Insistió que es preciso el fortalecimiento de la política pública dirigida a educación; “de sueños y de oportunidades de desarrollo, todo debe comenzar desde acciones de agenda pública para ayudarlos a salir adelante”.
Chávez García detalló que se estima que alrededor de 3.3 millones de menores de edad trabajan en el país. La mayoría de ellos comenzó entre los seis y los ocho años de edad y casi uno de cada cuatro de estos niños, no recibe ninguna remuneración económica.
Señaló que las entidades en donde menos prevalece esta problemática se ubican en la región norte del país, mientras que las más afectadas en la región sur, al tiempo que expuso que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre los motivos por los que las niños y adolescentes trabajan está por gusto o sólo por ayudar con un 26.6 por ciento; para pagar su escuela o sus propios gastos con 20 por ciento y porque el hogar necesita de su trabajo un 15.3.
“Lamentablemente se sigue normalizado que niñas, niños y adolescentes realicen algún tipo de trabajo, pese a que organizaciones de la sociedad civil internacionales y nacionales como World Visión México, Save The Children, Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, han señalado que eso tiene múltiples consecuencias negativas”, precisó.
El congresista del blanquiazul sostuvo que la explotación laboral infantil interfiere en la educación, salud mental y física de los menores e incluso puede llegar a afectar su productividad en la vida adulta.
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