En México hay alrededor de 15 millones de personas que padecen alguna condición mental, la mayoría de ellos, son adultos jóvenes en etapa productiva, pero se estima que a raíz de la pandemia al menos el 80% de la población experimentó estados de angustia, estrés, depresión y miedo.
Sin embargo, los efectos socioeconómicos de la pandemia de Covid-19 han venido a acentuar la desigualdad en el acceso a atención médica, diagnóstico oportuno y tratamientos.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental 2021 este 10 de octubre, el doctor Eduardo Ángel Madrigal, director general del Instituto Nacional de Psiquiatría, Dr. Ramón de la Fuente Muñiz (INP) advirtió que la pandemia por Covid-19 sumó nuevos problemas a la inequidad y viejo rezago en la atención de la salud mental.
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Durante el Seminario “Salud Mental en un Mundo Desigual”, especialistas de distintas instituciones destacaron que la pandemia ha representado para los servicios de salud mental, retos y oportunidades, que ha requerido un cambio de paradigmas para responder al incremento de la demanda de atención psicológica y apoyo emocional.
Señalaron que el uso de las nuevas tecnologías digitales ha permitido no solo dar seguimiento a pacientes que ya tenían un trastorno previo, sino también brindar consulta y apoyo psicológico a personas que lo han requerido, como el caso del personal de salud que ha estado en la primera línea de atención de pacientes con Covid-19.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se refiere al “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales”, así como un óptimo desarrollo de las capacidades que le permiten convivir, realizar actividades laborales y llevar a cabo acciones recreativas.
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La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, algunos de los cuales se han incrementado en los últimos tiempos. En México, un 18% de la población urbana en edad productiva (15 – 64 años) sufre algún trastorno del estado de ánimo, como depresión, ansiedad, demencia o fobia.
Explicaron que la depresión es un trastorno del estado de ánimo frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
De acuerdo con datos de la OMS, la depresión es un problema de salud que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad. Más mujeres que hombres sufren depresión. En su forma más grave, la depresión puede llevar al suicidio. Y lo alarmante es que en el mundo se suicidan cerca de 800,000 personas cada año.
En México, la depresión también es un problema importante de salud pública, el cual afecta a 15 de cada 100 habitantes y la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección. Asimismo, ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. La depresión tiene una alta concurrencia con otros trastornos como la ansiedad y el consumo de sustancias, con importantes costos económicos y sociales.
Este trastorno del estado de ánimo puede llegar a hacerse crónico y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. Cuando tiene carácter moderado o grave el paciente necesitará medicamentos y psicoterapia profesional.
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