El riesgo de sufrir siniestro mortal de tránsito se incrementa 17 veces cuando una persona conduce bajo los efectos del alcohol, y a pesar de que la Ciudad de México implementó desde 2003 los operativos de alcoholímetro, el programa ha sido insuficiente para reducir las tasas de mortalidad y lesiones provocadas por los accidentes viales.
Así lo expusieron especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública y activistas de organizaciones civiles que promueven la seguridad vial al plantear la necesidad de reforzar esfuerzos para reducir los niveles máximos de concentración de alcohol en las pruebas de alcoholemia y establecer políticas públicas que logren un control efectivo de los límites de velocidad.
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Las especialistas informaron que los programas de alcoholemia pueden reducir hasta 23% la tasa de mortalidad y lesiones en siniestros de tránsito, y aunque 23 de los 32 estados del país cuentan con este tipo de estrategias, su implementación todavía es insuficiente y rebasa los límites máximos recomendados por las normas internacionales.
Aún pendiente la aplicación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial
Las muertes y lesiones que ocurren en hechos de tránsito son una pandemia de salud pública que cobra cada año en nuestro país 16 mil vidas, deja un saldo de 132 mil personas con lesiones y alrededor de 40 mil personas quedan con algún tipo de discapacidad, informó Areli Carreón, fundadora de Bicitekas A.C. Ciudad de México.
La también integrante de la Coalición Movilidad Segura destacó que a más de un año y medio la promulgación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (2022), que reconoce el derecho a la movilidad segura y establece la obligación de los tres niveles de gobierno para garantizarla, solo 16 estados del país han homologado sus leyes locales, como la Ciudad de México, cuyo proceso registra diferentes avances.
Sin embargo, comentó que en dos temas que son cruciales, como es el control del exceso de velocidad y el programa de alcoholemia no se ha logrado el avance deseado, por lo que manifestó su confianza que en ambos temas no se den pasos hacia atrás en la lucha por salvar la vida de las personas.
La doctora Carolina Pérez Ferrer, investigadora de Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) insistió en la importancia del control y límite de la velocidad, ya que el riesgo de colisión para peatones se multiplica por dos entre 30 y 40 kilómetros por hora y por seis veces entre 30 y 50 kilómetros por hora, por lo que la probabilidad de sobrevivir para un peatón o usuario vulnerable de la vía disminuye drásticamente cuando la velocidad aumenta.
La investigadora explicó que una reducción del 5% en la velocidad media puede reducir el número de muertes en un 20%, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
¿Cuáles son las velocidades que recomienda la OMS?
Para un sistema seguro, la OMS recomienda máximo 30 kilómetros por hora en vías donde es posible tener colisiones entre vehículos y usuarios vulnerables. Máximo 50 km/h en vías con intersecciones y máximo de 70 km/h en vías donde es posible tener colisiones frontales entre vehículos y máxima de 100 km/h en vías donde no es probable que existan colisiones laterales ni frontales entre vehículos.
Indicó que un estudio realizado en 2023 revela que el 34% de los vehículos y el 46% de las motocicletas que circulan en la Ciudad de México lo hacen a exceso de velocidad, lo que muestra que no sirve de mucho tener un reglamento si no se hace cumplir de alguna manera.
Durante el foro virtual “Velocidad y alcoholimetría”, organizado por Salud Justa Mx, la maestra Elisa Hidalgo Solórzano, investigadora en Ciencias Médicas del Centro de investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) informó que en México mueren cada año 16 mil personas en siniestros de tránsito y, entre 5 y 35% de estas víctimas se relaciona con el consumo de alcohol.
En países de ingresos bajos y medios, entre el 33 y 69% de conductores con lesiones mortales y, entre 8 y 29 de cada 100 con lesiones no mortales habían consumido alcohol antes del siniestro de tránsito, indicó la especialista.
Indicó que en la Ciudad de México que 1 de cada 3 conductores que llegaron al hospital con lesiones causadas en hechos de tránsito había consumido alcohol, lo que significa que el alcohol aumenta 6 veces el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito.
Programa Conduce sin Alcohol rebasa la recomendación internacional
La investigadora Elisa Hidalgo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) señaló que antes de 2022, solo cinco entidades del país no existe legislación en materia de alcohol y conducción, en las 27 restantes si existe, pero no es adecuado, debido a los límites establecidos, como es el caso de la Ciudad de México.
Ahora, con la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial que se apega a los lineamientos internacionales, el reglamento de la Ciudad de México tiene un límite permitido de alcohol que rebasa la recomendación internacional, que pide que la concentración de alcohol sean de 0.05 gramos por decilitro de sangre, lo que equivale al medirlo en aire expirado a .25 miligramos por litro de aire expirado.
La Ciudad de México tiene un reglamento que permite .40 miligramos por litro de aire expirado, lo cual rebasa los límites recomendados en normas internacionales. “Se ha encontrado que entre 1 y 2 de cada 100 personas que tienen examen de aire expirado rebasan el .40”
La estrategia para el control del alcohol y la conducción requiere la promulgación de leyes que se hagan cumplir a nivel local y federal, además, resaltó la importancia de llevar a cabo operativos aleatorios y que por ley tengan que pasar todas las personas que conducen un vehículo.
Asimismo, indicó que la normatividad debe apegarse a la norma internacional recomendada, para que nivel máximo de alcohol permitido en adultos sea de 0.05 g/dl en sangre; lo que equivale a 0.24 mg/L en aire expirado (que mide el aparato que se utiliza en los operativos de alcoholemia).
Y que el máximo en conductores nóveles o jóvenes sea de 0.02 gramos/dl en sangre (0.1 mg/L), mientras que en vehículos que brindan servicios de transporte de pasajeros o de carga se aplique la cero tolerancia al consumo de alcohol.
Destacó que: “Reducir la concentración de alcohol en sangre de 0.1 g/dl podría contribuir a la reducción de entre 6 y 18% en las defunciones por lesiones de tránsito asociadas al alcohol, por lo que reiteró la conveniencia de retomar este nivel máximo permito en la ciudad de México que definitivamente rebasa las recomendaciones internacionales.
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