Al menos unos 20 mil establecimientos que se encuentran en los entornos de las zonas turísticas del Estado de México seguirán con severos impactos económicos, y aun cuando el gobierno estatal anunció lo que llamó reapertura ordenada, no se ven beneficios para este sector, máxime que estos negocios no podrán abrir sábados y domingos, por lo que solicitan mayor flexibilidad de las autoridades para tener respiro frente a la severa crisis económica.
Lo anterior fue dado a conocer por el presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de la entidad, Patricio González, al emitir la postura de los integrantes de la organización frente a las decisiones de la administración mexiquense, de retomar actividades comerciales, a pesar de que el territorio local continúa en semáforo epidemiológico rojo.
En conferencia de prensa virtual, el representante de bares y restaurantes indicó que las unidades económicas instaladas en los alrededores de las zonas turísticas del Estado de México, entre las que se hallan restaurantes y otros establecimientos donde los visitantes acostumbrar comprar, se verán afectadas por el cierre sábados y domingos.
Si bien es cierto que todavía no se registran los niveles de afluencia de gente que antes de la pandemia se tenían en esos sitios, es importante mencionar, dijo, que las familias que viven de esa actividad hacen importantes esfuerzos por captar ingresos de las pocas personas que visitan las zonas turísticas.
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Agregó que las determinaciones del gobierno mexiquense para que algunas actividades puedan reanudar de manera ordenada y paulatina operará solamente de lunes a viernes, y en el caso de los restaurantes solo será comida para llevar, lo que desde luego representa un esfuerzo, pero resulta insuficiente para dar alivio al sector.
“Estamos viviendo una situación muy complicada, donde lograr un balance entre el Sector Salud y el Sector Económico se ha convertido en un gran reto, pero es indispensable que se retomen los horarios y días de funcionamiento a la brevedad, ya que, de continuar con las restricciones marcadas hasta el momento, hace que los gastos de operación se vuelvan insostenibles por mucho más tiempo”, dijo.
Los agremiados afirman ya no tener dinero para seguir operante y para sostener a sus familias, por lo que solicitaron a las autoridades estatales una mayor flexibilidad para que las diversas unidades económicas puedan salir de la crisis que ha generado la pandemia.
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