/ lunes 25 de abril de 2022

Mujeres de la SSC a bordo de caballos motorizados

En entrevista para La Prensa, dos mujeres policías de la SSC narraron su experiencia al realizar patrullajes a bordo de motocicletas, un trabajo riesgoso que requiere de gran vocación

Cada vez es más común ver mujeres a bordo de las motocicletas, algunas de ellas han encontrado el placer de rodar como parte de su trabajo diario, mismo que desempeñan con orgullo, como es el caso de la Policía Segundo de la Secretaría de Control de Tránsito, Dulce Cruz Zeleny, así como la Policía Primero de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Vázquez Gutiérrez Magali, del Escuadrón de Acrobacias.

La pasión de Dulce se completó cuando supo que su trabajo lo podía llevar a cabo sobre una motocicleta y con ello, servir a la ciudadanía como oficial de tránsito, quien inicialmente fue nombrada para realizar sus patrullajes “pie tierra” y, “posteriormente, me percaté que había motociclistas y que había compañeros, inclusive llega a haber compañeras y me enamoré de inmediato de esa actividad”, custodiando las calles en un potro de acero, contó.

MUJER POLICIA DE TRÁNSITO A BORDO DE UNA CILIDRADA 900

Tomar el curso inicial fue una aventura para Dulce, quien tuvo sus primeros acercamientos a una moto de cilindrada 250, donde la pericia le tuvo que ganar al nervio y meses después, montarse en el vehículo que la llevaría a ejercer su ardua labor, pero en una cilindrara 900.

“Salir a las calles fue un reto, inmediatamente el aprender, sentirme capaz de manejar un vehículo de alta magnitud y el manejarla poder sentir esa libertad”, platica para LA PRENSA, que eso le dio la fuerza para enfrentarse a las vicisitudes en la selva de asfalto.

Arianna Alfaro | La Prensa

Los insultos o los acosos en la vía pública no son algo que desconozca la oficial Cruz, quien se ha ganado el respeto de sus compañeras y compañeros dentro de la corporación al realizar sus tareas con valor y responsabilidad.

El mito y miedo a las motos, es una idea que también tienen en su casa, “piensan que de que el andar en motocicleta es muy peligroso, es un vehículo peligroso, pero a mí me encanta manejar, moto me siento muy libre, capaz y me puedo trasladar a cualquier lado sin mayor dificultad”, comenta.

Actualmente Dulce no cuenta con motocicleta propia, pero no quita el dedo del renglón, gracias a los recuerdos que le dejó la su motocicleta de pista de cilindrada 600 en donde gustaba de pasear y tomar carretera con sus amigos.

Como motociclista y mujer de tránsito pide a los ciudadanos que tomen mayor conciencia al circular por las calles y respeten las reglas de convivencia vial.

CERO ACROBACIAS EN LA VIALIDAD

La historia para la Policía Primero de la SSC, Magali Vázquez Gutiérrez, del equipo de acrobacias, no es muy distinta en su gusto por los caballos motorizados, quien lleva 10 años dentro de la corporación que le ha arraigado, cada vez más, el gusto por moverse en dos ruedas.

Desde pequeña siempre tuve la inquietud, le decía mis papás que cuando pudiera iba a ser policía, así que se presentó la posibilidad y entré. Cuando ingresé no quería ser de tránsito, después se abrió la convocatoria de la academia de policías, fue como me seleccionaron y ahí fue donde nos enseñaron a andar en una moto y ahí fue donde aprendí

Magali Vázquez Gutiérrez, Policía Primero de la Secretaría de Seguridad Ciudadana integrante del equipo de acrobacias

La emoción por seguir conectada a las motocicletas la llevó a integrarse a la Academia, pensó que se trataba de algo nuevo que quería “aprender y me gustó. Me enamoré de este transporte”, dijo con orgullo la oficial.

Arianna Alfaro | La Prensa

Como parte de sus actividades diarias, Magali cuida a la ciudadanía en la vía pública, ayuda a administrar la vialidad y realiza cortes de circulación en las manifestaciones. Estas labores, le han generado poca simpatía en las personas, quienes a veces, dice, no respetan el reglamento de tránsito.

“Nos enfrentamos a muchísimas cosas porque la ciudadanía no está acostumbrada a ver a una mujer en moto y ni que te le emparejes. Te voltean a ver y desde ahí hay una diferencia de cómo nos hablan, aunque hay mujeres que nos han recibido bien”, narró Vázquez.

Los tres hijos de Magali, desean seguir sus pasos a bordo de una motocicleta, quien con orgullo integra el Equipo Internacional de Acrobacia de la Secretaría de Control de Tránsito y desde hace dos años forma parte del equipo femenil, conformado por 10 mujeres.

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Sobre el curso de manejo dice que “era totalmente diferente a lo que yo había conocido, tienes que aprender a controlar la moto, que se suben en tus hombros, tienes que aprender a manejarla de diferente forma y con otro peso”, contó.

Para la oficial es un doble servicio que ofrece a la ciudadanía, por un lado, custodiando las vialidades, y por otro, llevando entretenimiento a diversos lugares, donde se ha vuelto inspiración para niñas y niños, quienes, como ella, ya voltean a ver el motociclismo como una meta para cuando sean mayores.

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Cada vez es más común ver mujeres a bordo de las motocicletas, algunas de ellas han encontrado el placer de rodar como parte de su trabajo diario, mismo que desempeñan con orgullo, como es el caso de la Policía Segundo de la Secretaría de Control de Tránsito, Dulce Cruz Zeleny, así como la Policía Primero de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Vázquez Gutiérrez Magali, del Escuadrón de Acrobacias.

La pasión de Dulce se completó cuando supo que su trabajo lo podía llevar a cabo sobre una motocicleta y con ello, servir a la ciudadanía como oficial de tránsito, quien inicialmente fue nombrada para realizar sus patrullajes “pie tierra” y, “posteriormente, me percaté que había motociclistas y que había compañeros, inclusive llega a haber compañeras y me enamoré de inmediato de esa actividad”, custodiando las calles en un potro de acero, contó.

MUJER POLICIA DE TRÁNSITO A BORDO DE UNA CILIDRADA 900

Tomar el curso inicial fue una aventura para Dulce, quien tuvo sus primeros acercamientos a una moto de cilindrada 250, donde la pericia le tuvo que ganar al nervio y meses después, montarse en el vehículo que la llevaría a ejercer su ardua labor, pero en una cilindrara 900.

“Salir a las calles fue un reto, inmediatamente el aprender, sentirme capaz de manejar un vehículo de alta magnitud y el manejarla poder sentir esa libertad”, platica para LA PRENSA, que eso le dio la fuerza para enfrentarse a las vicisitudes en la selva de asfalto.

Arianna Alfaro | La Prensa

Los insultos o los acosos en la vía pública no son algo que desconozca la oficial Cruz, quien se ha ganado el respeto de sus compañeras y compañeros dentro de la corporación al realizar sus tareas con valor y responsabilidad.

El mito y miedo a las motos, es una idea que también tienen en su casa, “piensan que de que el andar en motocicleta es muy peligroso, es un vehículo peligroso, pero a mí me encanta manejar, moto me siento muy libre, capaz y me puedo trasladar a cualquier lado sin mayor dificultad”, comenta.

Actualmente Dulce no cuenta con motocicleta propia, pero no quita el dedo del renglón, gracias a los recuerdos que le dejó la su motocicleta de pista de cilindrada 600 en donde gustaba de pasear y tomar carretera con sus amigos.

Como motociclista y mujer de tránsito pide a los ciudadanos que tomen mayor conciencia al circular por las calles y respeten las reglas de convivencia vial.

CERO ACROBACIAS EN LA VIALIDAD

La historia para la Policía Primero de la SSC, Magali Vázquez Gutiérrez, del equipo de acrobacias, no es muy distinta en su gusto por los caballos motorizados, quien lleva 10 años dentro de la corporación que le ha arraigado, cada vez más, el gusto por moverse en dos ruedas.

Desde pequeña siempre tuve la inquietud, le decía mis papás que cuando pudiera iba a ser policía, así que se presentó la posibilidad y entré. Cuando ingresé no quería ser de tránsito, después se abrió la convocatoria de la academia de policías, fue como me seleccionaron y ahí fue donde nos enseñaron a andar en una moto y ahí fue donde aprendí

Magali Vázquez Gutiérrez, Policía Primero de la Secretaría de Seguridad Ciudadana integrante del equipo de acrobacias

La emoción por seguir conectada a las motocicletas la llevó a integrarse a la Academia, pensó que se trataba de algo nuevo que quería “aprender y me gustó. Me enamoré de este transporte”, dijo con orgullo la oficial.

Arianna Alfaro | La Prensa

Como parte de sus actividades diarias, Magali cuida a la ciudadanía en la vía pública, ayuda a administrar la vialidad y realiza cortes de circulación en las manifestaciones. Estas labores, le han generado poca simpatía en las personas, quienes a veces, dice, no respetan el reglamento de tránsito.

“Nos enfrentamos a muchísimas cosas porque la ciudadanía no está acostumbrada a ver a una mujer en moto y ni que te le emparejes. Te voltean a ver y desde ahí hay una diferencia de cómo nos hablan, aunque hay mujeres que nos han recibido bien”, narró Vázquez.

Los tres hijos de Magali, desean seguir sus pasos a bordo de una motocicleta, quien con orgullo integra el Equipo Internacional de Acrobacia de la Secretaría de Control de Tránsito y desde hace dos años forma parte del equipo femenil, conformado por 10 mujeres.

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Sobre el curso de manejo dice que “era totalmente diferente a lo que yo había conocido, tienes que aprender a controlar la moto, que se suben en tus hombros, tienes que aprender a manejarla de diferente forma y con otro peso”, contó.

Para la oficial es un doble servicio que ofrece a la ciudadanía, por un lado, custodiando las vialidades, y por otro, llevando entretenimiento a diversos lugares, donde se ha vuelto inspiración para niñas y niños, quienes, como ella, ya voltean a ver el motociclismo como una meta para cuando sean mayores.

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