En la casa de familia Rodríguez Hernández instalaron una ofrenda en honor a los luchadores de la década de los cincuenta, es decir, aquellos que se hicieron famosos en el ring, tales como: El Santo, El Cavernario, Blue Demon, Buldog y su mascota (un perrito), Hombre Lobo, La Mujer Vampira, la Mujer Lobo, La Momia, Frankenstein y El Cíclope.
La familia de oficio artesanos cartoneros, desde el papá Luis Rodríguez Villavicencio y su esposa Teresa de Jesús Hernández Gómez, junto con sus hijos Wendy Daniela y Braulio, también colocaron las máscaras de Rayo de Jalisco, Fishman, Doctor Wagner, Huracán Ramírez, Pierrot Junior,
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Para la instalación de este cuadrilátero ofrenda en el barrio de Ampliación San Marcos, Xochimilco, la base fue un cuadrilátero de cuatro metros de ancho por cuatro metros de largo. Donde también incluyeron a la edecán que anuncia el inicio de cada round.
“Somos fanáticos de la lucha libre, cuidamos cada detalle, nada tenía que faltar. Por ello, incluimos hasta la dama que informa el inicio de cada round”, comenta la joven artesana, Wendy Daniela.
Para la elaboración del altar, ocuparon más de un mes. Todas las noches, le dedicaban un tiempo. Momento idóneo para charlar entre familia, hacer bromas o escuchar música, mientras del cartón, papel periódico, engrudo, pinturas acrílicas, máscaras de tela, alambre emergían grandes figuras del pancracio.
Originarios del barrio de Ampliación San Marcos, explica Braulio Rodríguez que les fue complicado terminar las piezas, ya que tuvieron “muchos pedidos”, elaboraron calaveras de diferentes tamaños, cráneos. “Todos por encargo”, la mayoría lo solicitaron por redes sociales, principalmente por Instagram: @brawenrh
Asegura que tienen de varios costos, piezas desde 150 pesos, en adelante. Todas hechas de cartón, y únicas, ya que son elaboradas a mano.
Los artesanos coinciden que una manera de preservar nuestras traiciones, además de recordar a nuestros fieles difuntos, también a aquellos personajes que nos hicieron vibrar en una lucha libre. Por ello, la intención de homenajearlos en Día de Muertos.
Comentan que familiares, vecinos y amigos acuden a admirar su altar, ya que es único en Xochimilco. Y así, entre la flor de Cempasúchil, el olor de incienso y el colorido de las máscaras se asombran los asistentes del talento de la familia Rodríguez Hernández.
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