La Ciudad de México actualmente vive un proceso migratorio completamente distinto al de hace 10 años, cuando adolescentes varones transitaban solos por nuestro país; hoy se está convirtiendo en un proceso familiar. Hoy se ven más familias migrantes en la capital.
El tránsito se está convirtiendo en un proceso de destino en los hechos, con una alta carga de migración familiar y la incorporación de niñas y niños, especialmente de Primera Infancia.
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Por ello, la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, resaltó que el reto es mayúsculo y se tiene que dilucidar de manera colectiva, junto con gobiernos y organismos locales, a pesar de que no son responsables de diseñar la política migratoria, pero es ahí donde se atiende lo que se deriva precisamente de esa política.
Expuso que la transformación de la agenda migratoria, de cooperación, alianzas y articulación, es una labor que hace muy bien UNICEF a través del fortalecimiento de las estrategias en los diversos organismos no jurisdiccionales de protección a los derechos humanos.
Además, agregó que el mundo adulto y las instituciones tienen la obligación reforzada de garantizar y proteger los derechos de NNyA, quienes son la tercera parte de la población en nuestro país.
La Presidenta de la CDHCM destacó que es necesaria la cooperación, generar alianzas y articulación entre los diversos organismos para enfrentar los retos globales y locales, a fin de garantizar y proteger los derechos de las infancias y adolescencias.
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Así lo mencionó durante la presentación del Informe Anual 2022 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), encabezado por su Representante en México, Fernando Carrera Castro.
Ramírez Hernández explicó que la pandemia por Covid-19 comprometió décadas de progreso en cuestiones fundamentales para niñas, niños y adolescentes (NNyA) como salud física y mental, acceso a la educación y nutrición, entre otros.
La emergencia sanitaria, dijo, colocó en el centro de la agenda la necesidad de implementar medidas para evitar retrocesos en el ejercicio de sus derechos, guiados por los estándares internacionales fijados claramente por UNICEF.
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Enfatizó que en México UNICEF ha sido un permanente aliado estratégico, no sólo de gobiernos, sino de instituciones locales como la CDHCM, con el propósito de atender los problemas y contextos en el que están inmersos NNyA.
Reconoció la labor de UNICEF al acompañar procesos educativos en la Ciudad de México, así como su asistencia técnica para ubicar los estándares del sistema universal de derechos humanos en la materia.
De igual forma, expuso que la Ciudad de México tiene uno de los esquemas de acogimiento familiar alternativo a la incorporación de niñas, niños y adolescentes a la institucionalización más importante y que también fue acompañado por UNICEF.
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