Aunque los mexicanos que viven en Estados Unidos enviaron 39 mil 500 millones de dólares en remesas al país durante el 2020, ninguno de ellos obtiene un solo beneficio por la aportación que hace a la economía mexicana.
Toshimi Hira, Coordinador de Relaciones Internacionales y Asuntos Migratorios del partido Redes Sociales Progresistas, aseguró que se deben crear políticas públicas para resguardar la integridad de los mexicanos que viven en el extranjero, pues cuando están en la vejez y son repatriados, llegan a México sin dinero en la bolsa.
El especialista en asuntos migratorios sugirió que las familias de los migrantes deben contar con seguro social incorporado al IMSS o al ISSSTE, esto como parte de una compensación por el esfuerzo de las personas que mandan dinero a México.
Adicionalmente, las remesas pueden ser usadas para crear fideicomisos que podrán ser usados por las familias de migrantes para pagar una vivienda o la educación de sus hijos en México.
“Muchos dejamos a nuestras esposas, padres, madres, hijos, aquí en México desamparados y nosotros somos la única fuente de ingreso, pero ese ingreso no sirve para todo, no nos ayuda en todo, necesitamos darles seguridad social, que ellos estén protegidos con una aportación del IMSS o del ISSSTE, que podamos aportar para comprar un departamento y tener una vivienda digna, para darle un fondo de estudio a nuestros hijos o tener un fondo de retiro.
“Si alguno de los migrantes es deportado a México a los 70 años sin nada después de trabajar durante décadas, es fatal para una persona”, dijo Toshimi Hira.
Datos del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) indican que hay 500 mil chilangos que viven en el extranjero, mientras que en todo el mundo hay 36 millones de personas de origen mexicano.
El especialista sugirió que el gobierno mexicano debe expedir certificados con el grado de técnicos profesionistas a los carpinteros, albañiles, plomeros, jardineros, entre otros, que vivan en Estados Unidos o cualquier parte del mundo para poder demostrar su profesión ya sea autodidacta o cursada en una escuela.
“Con ese título se puede entrar a cualquier compañía, no hablo solamente de Estados Unidos, hablo de Europa, Asia, que hay mucha gente que ha emigrado allá, aprende sus costumbres y sus idiomas, que puede volver a este país, certificado, profesionalizado y trabajar en una compañía multinacional”, dijo Toshimi Hira.
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De acuerdo con el reporte anual de Economía Multicultural, elaborado por el Centro Selig de la Universidad de Georgia, en EU, los trabajos en los sectores de la construcción, hotelería y la recreación son ocupados por los mexicanos en un 19.5 y 14.5 por ciento, respectivamente.
En la minería, el trabajo es acaparado en un 6.3 por ciento de los mexicanos; y el 5.6 por ciento en servicios generales que va desde la reparación de automóviles, salones de belleza, lavanderías, funerarias, mantenimiento, entre otras.
A pesar de la aportación económica que hacen los paisanos que residen en EU a México, en la capital del país se acabaron los apoyos para las personas que fueron repatriadas.
La Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso) encabezado por Almudena Ocejo Rojo, canceló el programa “Ciudad Hospitalaria y Movilidad Humana” durante el ejercicio fiscal 2020.
Este programa brindaba apoyos económicos para atención psicoterapéutica, un asesor para la búsqueda de un hogar temporal, la certificación de competencias laborales, los cursos de capacitación, la traducción de actas de nacimiento, matrimonio o defunción emitidas en el extranjero.
Aunque hay 500 mil chilangos que viven en Estados Unidos, en la Ciudad de México no se cuenta con ninguna representación, es por eso que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación restituyó la figura del “Diputado Migrante” con el fin de que los mexicanos que residen en el extranjero puedan votar por un candidato que los represente en el Congreso de la Ciudad de México.
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