La integrante de la bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México, Frida Jimena Guillén Ortiz, apoyó la exigencia de vecinos de la Cuauhtémoc a autoridades capitalinas de designar un espacio para albergar a migrantes asentados en la colonia Juárez, el diputado local panista Raúl de Jesús Torres Guerrero advirtió que el problema de la migración en la metrópoli se ha convertido en una bomba de tiempo y se pone en riesgo a los capitalinos.
La congresista del blanquiazul hizo notar que la demanda de colonos por reubicar a migrantes e indígenas de los campamentos instalados en la Juárez, subió de tono y por tanto, antes de que sea tarde, el titular de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (SIBISO), Juan Gerardo López Hernández, tiene que atender la situación y acudir con brigadas en la zona para trasladar a las personas a los albergues.
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Al hacer una serie de declaraciones a los medios de comunicación sobre el tema, aclaró que “los albergues del gobierno central son una opción para apoyar a los vecinos que reclaman la reubicación de los haitianos e indígenas instalados en campamentos ilegales que ha tolerado tanto la alcaldía como la autoridad capitalina”.
Refirió que los recientes conflictos registrados en La Plaza Giordano Bruno entre haitianos y otras comunidades, incluso habitantes de la zona, mantiene en alerta a los vecinos que reclaman una atención directa por parte del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, al tiempo que estimó que la autoridad local ha minimizado la situación, cuando colonos aseguran que hay puntos de infección por falta de condiciones sanitarias, a lo que se suma la acumulación de basura que genera otro problema de insalubridad.
“Además, nos indican que por las noches se la pasan deambulando y eso intimida a las mujeres y familias que transitan por la zona, donde también se ve disminuido el alumbrado público”, precisó Guillén Ortiz y aseguró que incluso “han llegado al grado de hasta invadir predios o inmuebles que están abandonados para hacer ahí sus necesidades o de plano, instalarse a vivir, generando malestar entre los vecinos de las colonias colindantes”.
El legislador migrante de Acción Nacional que ocupa una curul en el recinto de Donceles y Allende, Raúl Torres, declaró: “tenemos que saber de dónde son y sobre todo conectar muy claro esto y tiene que ser con el gobierno de la ciudad, con las alcaldías, con la sociedad civil, con el sector empresarial, para dar una solución porque esta es una bomba de tiempo”.
Durante una entrevista aludió que pese a que la Ciudad de México es por tradición solidaria y recibe bien a los extranjeros, ya se han registrado actos que rayan en la xenofobia, debido a la indolencia de las autoridades tanto federales como locales, a la vez que detalló que ni siquiera hay certeza de cuántos extranjeros están asentados en la urbe, su condición migratoria, sus nacionalidades y si tienen antecedentes penales en sus países de origen, lo que representa una situación de riesgos tanto como para los migrantes como para los ciudadanos.
Expuso que la llegada de miles de migrantes a la capital del país se ha convertido en una bomba de tiempo, porque los asentamientos en calles y albergues generan ya roces violentos con vecinos y transeúntes, lo que es muy peligroso y, ante los incidentes violentos que se han registrado entre migrantes, sobre todo haitianos y personas que habitan un predio irregular en las inmediaciones de la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, aclaró que muchos extranjeros se quedan en la urbe lo que genera aún más demanda de servicios, sí como problemas sanitarios y de inseguridad.
Informó que la próxima semana presentará ante el Congreso de la Ciudad de México un punto de acuerdo para solicitar al gobierno capitalino que entregue cuentas detalladas sobre la cantidad de personas en situación de movilidad o en tránsito que están en la capital, quiénes son y su situación migratoria, además de que si tienen antecedentes penales en sus países de origen, porque las autoridades locales no pueden desentenderse de la crisis migratoria que se registra.
Mencionó que los migrantes ya habitan en prácticamente todas las alcaldías y aunque hay albergues en los que están identificados, como los de Tláhuac, Gustavo A Madero e Iztapalapa, se les puede ver en muchas otras demarcaciones en busca de trabajo o que pernoctan en las calles, como sucede en Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
En el caso específico de la Plaza Giordano Bruno, Torres Guerrero advirtió que es particularmente delicado porque son cientos de personas, incluidos niños y mujeres embarazadas que viven en la calle, en condiciones infrahumanas y que pueden generar que la violencia escale, lo cual es sumamente grave.
Consideró que ante la oleada migratoria que se incrementa cada año, se tienen que destinar recursos extraordinarios para atender esta emergencia migratoria, porque los recursos de las alcaldías y de la Ciudad de México son para los nacionales y por ello se requiere un presupuesto adicional.
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Estimó que se generan, además, actos de xenofobia por la manera en que se maneja la crisis, porque ni las autoridades federales ni las locales se prepararon para atender la ola migratoria, que desde hace años empezó a crecer y que en los últimos dos años ha generado una verdadera emergencia.
Por lo que hace al programa anunciado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para retornar a sus países de origen a miles de inmigrantes, con un apoyo de 11 mil pesos por persona, dijo que va a resultar inútil porque se va a volver una cadena interminable, en la que van a entrar más personas por cada una que sea retornada y no va a haber presupuesto que alcance.
Aclaró que otro problema muy delicado que no se ha dimensionado es la vinculación de algunos de ellos con la delincuencia organizada; entran también árabes que no se sabe de dónde vienen ni sus antecedentes o que hacían en sus países.
Se pronunció por valorar a los migrantes mexicanos que están en Estados Unidos y otros países, porque los chilangos son el quinto lugar en el envío de remesas a México y también se les tiene que reconocer.
Frida Guillén Ortiz, a su vez, recomendó extender un puente de comunicación desde el Congreso con la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social local, para poder solventar las necesidades básicas, humanas, materiales y presupuestarias que se requieran para habilitar los albergues públicos y se puedan alojar ahí a las comunidades migrantes e indígenas.
Señaló que mientras el jefe de gobierno se dedica a intercambiar puntos de vista y contrastar propuestas e ideas de los candidatos de la ciudad, varias alcaldías se han quedado descuidadas como es la Cuauhtémoc, “donde impera la ingobernabilidad, no hay una autoridad que se haga responsable de los problemas de la demarcación; el problema de los migrantes haitianos en la Ciudad lo causó Claudia Sheinbaum y ahora Batres no sabe cómo controlarlo”.
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