Con el miércoles de ceniza se inicia la cuaresma en la iglesia católica, un período de 40 días que conducirá a los creyentes cristianos hasta la Semana Santa y, especialmente, hasta la celebración de la Pascua de Resurrección.
Este día miles de capitalinos acuden a los templos cercanos a su hogar o su trabajo a la imposición de la ceniza, donde los sacerdotes colocan una cruz de ceniza en la frente, mientras repiten frases como: “polvo eres y en polvo te convertirás” o “conviértete y cree en el evangelio”.
En una visita que realizó La Prensa al Templo de la Sagrada Familia en la colonia Roma, en la misa del mediodía de dieron cita decenas de personas a la imposición de ceniza.
La ceniza con la que se realiza el ritual cristiano “se obtiene de la quema de las palmas del último Domingo de Ramos, acto que también guarda un gran simbolismo para los creyentes”.
Y para incentivar que los fieles puedan imponerse a sí mismos la ceniza después de un momento de reflexión personal desde sus hogares, los obispos auxiliares dedicarán la Eucaristía del 17 de febrero a las 19:00 horas a este ritual, misma que se transmitirá a través de redes sociales de la Arquidiócesis Primada de México y Desde la fe.
PIDEN RESPETAR LAS MEDIDAS SANITARIAS
Debido a que la Ciudad de México se encuentra en semáforo amarillo, piden a los fieles respetar las indicaciones de seguridad sanitaria que señale la autoridad del lugar, resaltó la oficina de Comunicación Arquidiócesis Primada de México.
En un comunicado, la Arquidiócesis Primada de México, recordó que
“la Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado.
Como nos recuerda Papa Francisco, estamos llamados a vivir un tiempo especial para la conversión personal y comunitaria, en el cual con la gracia de Dios, podremos crecer en la oración, el ayuno, la reconciliación, la caridad activa hacia el prójimo. Acompaño el mensaje del Romano Pontífice.
Para esta Iglesia Particular, el tiempo especial de gracia lo vivimos en el contexto del Año Arquidiocesano bajo el lema: “Revitalicemos nuestra fe”, como lo comuniqué el pasado 14 de febrero y que dará inicio el próximo domingo 06 de marzo con la celebración de la Santa Misa en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe y en cada parroquia, pues comenzamos con el mes de la familia y con el tiempo de Cuaresma.
Por lo tanto, pidamos al Señor que el día de mañana sea una jornada de especial preparación espiritual, en la cual, queremos estar en comunión con nuestro querido Papa Francisco y con lo que hemos planteado como proyecto para revitalizar nuestra fe personal y comunitaria en esta Iglesia particular, que formalmente iniciaremos el próximo domingo.
Para las celebraciones del miércoles de ceniza, la iglesia recordó que se deben aplicar los protocolos de salud y prudencia que ya conocemos, de acuerdo con las indicaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano y las autoridades competentes, por lo cual quiero recordar lo siguiente:
Cada comunidad parroquial dispondrá de diversas Celebraciones Eucarísticas y liturgias de la Palabra, a fin de que los fieles puedan acudir de acuerdo con las propias necesidades laborales y evitando un número elevado en los templos.
¿CÓMO RECIBIR LA CENIZA?
En aquellos sitios que por las diversas circunstancias y/o tiempos no sea posible la celebración de la Eucaristía o de la Palabra, se realizará un rito breve para la recepción de la Ceniza que permita meditar desde la Palabra de Dios el significado del camino cuaresmal.
Siguen vigentes el ayuno y abstinencia (Dispensados los mayores de 60 años y los enfermos).
Organizar con los equipos de pastoral litúrgica una logística de movilidad que facilite la recepción de la ceniza e impida la aglomeración de los fieles.
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El modo de imponer la ceniza será:
a) después de decir la oración: “Señor Dios, que te apiadas de quien se humilla...”, el que preside invita a los presentes a inclinar su cabeza y dice una vez y de manera general: “Conviértanse y crean en el Evangelio” o bien, “Recuerden que son polvo y al polvo volverán”;
b) enseguida los fieles, salvando la debida distancia entre ellos, se acercan al ministro; una vez al frente de él, éste dejará caer la ceniza sobre la coronilla de la cabeza, sin decir nada y evitando el contacto físico;
c) el fiel regresa a su lugar en actitud orante y continúa el rito como está previsto.
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