Este año, las ventas de motocicletas reportaron un aumento de 13 por ciento, redundando en el incremento del parque vehicular en la Ciudad de México, donde es más frecuente verlas transitar.
Con la amplia oferta de marcas y modelos con costos accesibles —tanto para movilidad, como para el sustento económico— las motocicletas se han convertido en una opción para familias, empresas y particulares.
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Pero a pesar de los beneficios que estos vehículos representan, su adquisición no va a la par de la compra de equipos de protección, que logran reducir las lesiones o accidentes fatales hasta en un 72 por ciento, dependiendo de la velocidad, y evitar un deceso hasta en un 39 por ciento, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
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El incumplimiento de las normas de circulación, así como el exceso de velocidad, no usar el casco o el cambio de carril sin precaución, son causas frecuentes de accidentes. La infraestructura vial de la ciudad, con sus baches, reductores de velocidad y falta de señalización adecuada, también influye en el aumento de los siniestros diarios.
El requisito de la licencia de Tipo A para motociclistas ha sido una medida que el Gobierno de la Ciudad de México implementó para evitar accidentes provocados por el desconocimiento de la ley y del vehículo que conducen, aunque no se ha demostrado en qué porcentaje se ha logrado dicho objetivo.
La educación vial, la responsabilidad individual y la mejora de las condiciones urbanas son elementos clave para reducir el número de accidentes y proteger la vida de todos los usuarios de la vía.
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