Cada año llegan en promedio 2 mil 300 peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe, en todo el año y en el marco de la fiesta anual del 12 de diciembre para festejar a la Virgen de Guadalupe.
La fe es más grande que la contingencia sanitaria. Con imágenes en bulto, cuadros, mantas y banderas de la Guadalupana caminan o se transportan los devotos en su camino al cerro del Tepeyac.
Aunque la oficina de comunicación social de la Basílica informó que este año fue menor en 30%, ya que algunas peregrinaciones fueron presenciales, las organizadas y otras se unieron a su misa de manera virtual ya que fueron trasmitidas por las redes sociales de las diócesis, organizaciones o empresas que las organizaron.
De acuerdo al gobierno del Estado de México, 105 peregrinaciones masivas pasan por su territorio, lo cual obliga a tomar previsiones y alternativas viales para automovilistas y mayor protección a los peregrinos.
Para los festejos del 490 aniversario de las apariciones de la virgen del Tepeyac, los peregrinos no podrán pernoctar ni permanecer mucho tiempo en el atrio del templo mariano más grande de América Latina, con la intención es que el flujo de la visita sea continuo y los peregrinos no permanezcan más de 15 minutos al interior del Santuario.
Decenas de peregrinos de distintas partes del país preparan con anticipación su largo camino hacia la Basílica de Guadalupe, pese a la pandemia y a los nuevos lineamientos que se aplicaron en este 2021.
Juan José Jiménez Monreal, coordinador de Peregrinaciones de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe (INBG) manejó dichos datos el año pasado, cuando se cancelaron las marchas por la pandemia del Covid-19.
El año pasado, se suspendieron desde marzo pasado, cuando el Consejo de Salubridad General decretó Emergencia Sanitaria en el país por la pandemia del coronavirus.
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Y fue precisamente, el año pasado un hecho inédito cancelar las peregrinaciones que llegan a la Basílica de Guadalupe, las cuales se realizan desde el siglo XVII, detalló el doctor en Historia Eclesiástica.
El año pasado, dijo el experto, entre las visitas grupales de peregrinos al santuario comúnmente llamado “La villa” fueron canceladas o reprogramadas: la de Querétaro con 100 mil feligreses, que se realiza en julio, la Oaxaca del 12 de mayo y la femenil de Celaya del 8 de agosto, entre otras. Estas aportan gran parte de los millones de visitantes que arriban al templo cada año.
Una de las peregrinaciones más conocidas es la que organizan las Diócesis de Toluca, Atlacomulco y Tenancingo, a la cual se llegan a sumar cerca de 40 mil peregrinos, esta normalmente se realiza en el mes de febrero.
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