Más de 10 mil trabajadores de limpia de CDMX, sin salario ni prestaciones

Desde hace décadas “Los rifados de la basura”corren los mismos riesgos de cortarse y enfermarse en un trabajo con condiciones muy precarias, pagan por trabajar y ellos compran sus uniformes y escobas

Patricia Carrasco l La Prensa

  · domingo 12 de marzo de 2023

Los voluntarios no tienen alternativas de trabajo, no cuentan con seguridad laboral ni social, salario remunerador, condiciones de higiene ni libertad de asociación / Foto: Captura de pantalla

Los héroes y heroínas urbanos que nadie ve… Son más de 10 mil trabajadores y voluntarios de limpia, que barren, reciben y recogen los residuos en las calles de la Ciudad de México sin un salario, sin aguinaldo, ni seguridad social, sin horario ni otras prestaciones. A ellos les llaman “Los rifados de la basura”.

Este grupo es de trabajadores invisibles dentro del servicio de limpia de la Ciudad de México, pese a que “salvan” del colapso a las calles llenas de basura en esta gran metrópoli.

Desde hace décadas corren los mismos riesgos de cortarse y enfermarse en un trabajo con condiciones muy precarias; pagan por trabajar, compran sus uniformes, escobas y le dan un donativo al camión para que se lleve los residuos de otros y los traslade.

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En el Gobierno de la Ciudad de México hay diversas categorías de trabajadores, desde los de nómina 5, nómina 8, nivel 469, eventuales, de honorarios, autogenerados y sin dígito sindical y a lista de raya, así como los voluntarios en el servicio de limpia, todas estas categorías esperan llegar a tener una base para ser sindicalizados.

Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO, por su siglas en inglés) realizó el cortometraje “Lxs Rifadxs de la Basura”, dirigido por Aldo Sotelo Lázaro y producido por Tania Espinosa y Yuleina Carmona, que narra la historia de seis trabajadores voluntarios de limpia de la alcaldía Iztapalapa, quienes a diario salen durante las primeras horas de la mañana a barrer las calles o a hacer recolección en el camión.

Ya llevan décadas de trabajar y correr los mismos riesgos de cortarse y enfermarse / Foto: Captura de pantalla

Es la historia de tres mujeres y tres hombres que se la rifan a diario, como trabajadores voluntarios de limpia, su único sueldo son las propinas de los vecinos de las calles que tienen asignadas. Es un servicio público administrado por las alcaldías y el gobierno de la capital.

Entre ellos, Enriqueta Loreto Corona, Gregoria de Lucio, Emmanuel Calnacasco, Isaky Flores, entre otros, que en el cortometraje comparten su día a día con el fin de que la gente conozca las condiciones precarias en las que laboran.

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WIEGO exhibe las condiciones precarias y de alto riesgo en las que laboran estos voluntarios de limpia, para que se reconozca su trabajo y los capitalinos se solidaricen con ellos, porque su único ingreso son las propinas.

Una de las voluntarias es madre soltera de tres hijos, a los cuales lleva a su chamba, porque no tiene quien se los cuide; desde los 17 años comenzó como voluntaria en el servicio de limpia y a la fecha cuenta con 26 años. Ella trae un carrito con sus escobas de vara, hace su recorrido y barre las calles.

Otra de ellas viene desde la alcaldía Milpa Alta; al llegar a su zona asignada, saca su carrito, comienza a gritar: “basura… basura…”, o bien, cuando se escucha el ruido de la escoba, las personas empiezan a salir.

Casi nadie separa la basura y eso les complica más su trabajo, aunque reconoce que lo más grave es que las personas tiran vidrios, jeringas y “no sabemos qué se inyectaron o para qué, y sí, nos llegamos a cortar con vidrios y con las tapas de las latas”.

Aseguran que casi nadie separa la basura y eso les complica más su trabajo / Foto: Captura de pantalla

Tania Espinosa, coordinadora para la Ciudad de México en Wiego precisó que son al menos 10 mil las personas que a diario se rifan con la limpieza de la ciudad.

“No hay datos exactos, ni se ha realizado un censo pese a que existe una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, las esas cifras están en el portal de la sección 1 del SUTGCDMX, pero son personas voluntarias que viven de la propina y se arriesgan todos los días”.

En el portal de la sección 1 de limpia y transporte “dedicada al barrido, la recolección y transportación de los residuos sólidos que se generan en el área metropolitana, con una plantilla de 14,148 trabajadores sindicalizados, aunque existen cerca de cinco mil eventuales que realizan otras actividades y 10 mil trabajadores voluntarios aproximadamente”.

La activista consideró que son más de 10 mil los voluntarios, “cada vez que se le pregunta a las alcaldías, cuántos son, niegan que existan, o en ocasiones dicen un número y después otro número por la falta de un censo”.

Enriqueta Loreto Corona platica que todo los tienen que pagar, “por ser voluntarios no, nos lo dan, se les proporciona a los que llaman de nómina 8, o los de base; estos últimos sí tienen salario, prestaciones, aguinaldo, derecho a vivienda; los de nómina 8 sí tienen sueldo, pero no todas las prestaciones de los de base”.

Según dicen, agregó, desde hace cuatro años no existen los voluntarios, con la implementación de la nómina 8, pero fueron pocos los beneficiados, y nosotros seguimos igual.

Los camiones les piden a los voluntarios que separen la basura y a ellos les toca separar la orgánica, inorgánica, pet, latas y cartón / Foto: Captura de pantalla

Isaky Flores, con siete años de voluntario, platicó que muchas personas al verlos uniformados piensan que son trabajadores con todas sus prestaciones, y les tenemos que decir que nuestro único sueldo son las propinas, y no entienden que es un trabajador voluntario. Laboran seis días a la semana, empiezan entre 4:00 y 5:00 horas, citó el joven que trabaja por cerca del Metro Tepalcates

En el servicio de limpia, los voluntarios pueden ser los que recogen la basura en el camión, el que barre de manera manual, el que toca la campana, separa residuos, anda con un carrito y dos tambos.

Los camiones les piden a los voluntarios que separen la basura y a ellos les toca separar la basura orgánica, inorgánica, pet, latas, cartón. En ocasiones los jefes de sector los obligan a vender lo que reciclan con ciertas personas. “En otras ocasiones nosotros los vendemos”, indicó

“Sí nos piden cuota, por ejemplo, cuando nos hacen falta uniformes nos los venden, para echar la basura al camión, nos castigan los jueves o sábado con las mentadas cuadrillas, como por ejemplo cuando hay marchas, protestas, concentraciones, que la gente deja mucha basura, nosotros tenemos que ir, porque si no, nos castigan”.

“Y si no queremos ir a las cuadrillas, no llegan a pedir entre 100 y 200 pesos”, describió Emmanuel Calnacasco.

Estos voluntarios, la mayoría con muy baja escolaridad, piden que el chofer de la basura o los jefes de sector no les pidan dinero, porque lo que se ganan “con el sudor de su frente” lo tienen que repartir con ellos, “nos deberían dar el uniforme, las varas de las escobas”, les gustaría tener un salario fijo y seguridad social.

“El precio que le pagan al camión por llevarse los residuos no es fijo; lo determina cada chofer, aunque normalmente ya existen acuerdos con el jefe de sector.

CONDICIONES DIGNAS

Tania Espinosa resaltó que en el 2016, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió la Recomendación 07/2016 en la que abordaba las omisiones en el sistema de recolección y en la generación de condiciones de trabajo dignas para los trabajadores que realizan estas actividades.

En dicha Recomendación se hacía un llamado a las autoridades de la CDMX responsables del servicio de limpia a cambiar el sistema de manejo de residuos hacia un sistema inclusivo que valorara más el reciclaje por encima del enterramiento de los residuos y donde se reconociera la labor de las personas trabajadoras voluntarias.

Que los voluntarios sean trabajadores informales no implica que carezcan de derechos. Su condición de informalidad no es excusa para no otorgar equipo adecuado, capacitación y un salario digno.

Destacó que las personas voluntarias en realidad no tienen alternativas de trabajo, no cuentan con seguridad laboral, salario remunerador, seguridad social, condiciones de higiene ni libertad de asociación. Y que, dadas sus condiciones de pobreza y vulnerabilidad, deben ser sujetos de protección especial del Estado.

Pero a pesar de la emisión de la Recomendación 07/2016, a siete años de su publicación, las condiciones laborales de las personas trabajadoras voluntarias siguen siendo precarias, y no ha habido cambios en su favor en la legislación o en las políticas públicas.

TRABAJADORES INVISIBLES

La coordinadora de la organización internacional resaltó que a este grupo de voluntarios de limpia de la CDMX, les niega estatus de empleados, pero al mismo tiempo los considera activos dentro de sus operaciones.

Los trabajadores “voluntarios”, para el sistema de limpia, son invisibles, y le ahorran millones de pesos al gobierno local, son mano de obra sin ningún reconocimiento.

Miguel es voluntario de limpia y transporte en la alcaldía Gustavo A Madero y narró a este diario que no gana mucho, entre 1,500 y 2000 pesos a la quincena.

Los voluntarios destacaron la relevancia de hacer consciencia de que ellos no tienen sueldo y por eso es tan importante la propina; además, separar los residuos, porque es una manera de dignificar su trabajo y que ellos no tengan que hurgar entre los residuos mezclados para sacar los materiales reciclables”.

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Los barrenderos, cuando son voluntarios, tienen que conseguir su equipo de trabajo con sus propios medios. Ellos tienen que darle “algo para el refresco” (contribución económica) al jefe de sector, dijo Miguel Domingo.

“Me parece injusto que quienes prestan este servicio no sean reconocidos como trabajadores”, resaltó.

Describió que las ganancias diarias pueden variar, dependiendo si se trata de un buen día o no, de si la gente sale a tirar o no, y de las propinas que reciban.

Y sus ingresos diarios dependen también de la cantidad y calidad de los materiales reciclables que recogen, y del precio de venta de cada uno de éstos, el cual es determinado por el comprador.

Luisa, voluntaria en la alcaldía Cuauhtémoc, declaró que "si no te portas bien, no acatas y no vas con la cuadrilla de limpieza de las calles, tienes problemas", con el jefe de sector.

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La coordinadora en Ciudad de México de WIEGO reiteró que “el gobierno debe reconocer a los voluntarios como trabajadores, pues precisamente el nombre de voluntarios es para anular la relación laboral que existe entre el gobierno y ellos, y en realidad ellos están haciendo un servicio público que le corresponde al gobierno; si ellos no lo hicieran, el gobierno tendría que ocupar a otras personas para que barrieran y la recolección de basura donde ellos lo hacen.

“Eso se debe materializar en contratos de base para todos ellos; y para ver a quién se le dan esos contratos se debe hacer el censo”, subrayó.

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