SALINA CRUZ, Oax., 29 de noviembre.- Con el objetivo de resguardar los mares mexicanos, atender eventualidades, la Secretaría Armada de México refuerza su flota en los astilleros de Salina Cruz, Oaxaca donde construye y repara enormes barcos con ingeniería y mano de obra mexicana.

Y ahí estaba el nuevo Draga color azul, enorme, imponente y listo para ser botado, pero antes su nombre, Capitán de Navío Poire Ruelas, ese con el que será bautizado por su madrina antes de surcar los mares. Quién diría que tardaron aproximadamente 3 años en armar este barco y que la Marina Armada de México planea construir seis embarcaciones más entre 2024 y 2030.

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Claro, no todos serán de draga como este que construyeron desde cero en el Astillero de Marina número 1, en Puerto de Salina Cruz, Oaxaca, donde La SEMAR tiene como proyección para este sexenio lograr reforzar su flota naval con cuatro Patrullas Oceánicas, un Buque Logístico y una Draga Autopropulsada, así como fortalecer la industria de la construcción naval.

Es la industria naviera mexicana que ha desarrollado esta institución y que poco se conocía, aunque de esté astillero han salido 65 buques de diferentes características desde que comenzó su historia en la construcción de estos barcos.

En las instalaciones de gran tamaño del astillero se pueden encontrar buques propios de la Secretaria de Marina, así como del sector público y privado, a los cuales se les brinda el apoyo para que puedan solucionar algunos problemas propios de las operaciones de los barcos, es decir que se les realiza un mantenimiento exhaustivo tanto internamente como externamente para que siempre estén en óptimas condiciones para los trabajos que realizan, para esto se construyó un medio de varada denominado sincro elevador con el cual pueden levantar barcos de hasta 2 mil 500 toneladas fuera del agua donde se reparan, limpian y pintan de ser necesario.

Por supuesto, que esto no es un trabajo fácil, pues eso toma tiempo, por ello pueden tardar entre dos y tres meses en revisar cada detalle de los navíos, para evitar que una vez que vuelvan al agua sufran algún desperfecto.

Tal es el caso del buque Revolución una patrulla oceánica de la Armada de México, la cual se encuentra en carena en el sincro elevador donde se le realiza mantenimiento desde hace ya un mes y medio y se espera que dentro de un mes está nave que surca los mares vuelva a sus labores, donde será una tripulación de 72 elementos de los cuales 14 son mujeres, los que estarán a cargo del Capitán Francisco Ortiz navegando llevando a cabo operaciones en el litoral pacifico desde la zona de Ensenada, Baja California que es su puerto base hasta llegar a Oaxaca, las acciones que se desarrollan principalmente son el mantenimiento del estado de derecho, salvaguarda de la vida humana en la mar, entre otras cuestiones, así como de adiestramiento y prácticas.

Al referirse al personal de mujeres bajo su cargo el capitán Ortiz mencionó “es un alto honor, justamente estamos viviendo una época en donde cada vez el personal femenino está más metido en lo que viene siendo todas las operaciones, hay una gran equidad, son una parte de un personal muy importante, y personalmente me ha tocado observar cómo ellas al tener que meter la mano para trabajar para llevar a cabo las actividades, son las primeras es están en la línea de batalla y son un gran ejemplo como con nosotros logrando así un gran equipo de trabajo.”

Asimismo, la draga que pronto será puesta a flote para comenzar a trabajar es una gran aspiradora que navegara bajo el mando del capitán de corbeta del cuerpo general, Julio Alberto Mijangos, el cual, desde el puesto de mando, donde se encuentra la consola de equipos electrónicos los cuales son muy versátiles, serán el apoyo de la navegación durante el desarrollo de los dragados en los diferentes puertos, desde ahí él podrá dirigir todas y cada una de las órdenes y control que se desarrollaran en las operaciones, ya que esta embarcación se encarga de extraer el material que bloquea y dificulta el desplazamiento de los barcos cerca de los puertos, la succión va hacia la cantara o tolva que tiene una capacidad de 2 mil 800 metros cúbicos, cuando esta se encuentra a su capacidad máxima es llevada a otro punto donde se devolverá al mar, pero ya no causará afectaciones.

Historia del astillero de marina número 1

De la mano del Almirante José Luis Cubria Palma se pudo conocer un poco de la historia de este puerto de Salina Cruz, tuvo sus inicios en 1880 cuando surgió un proyecto para hacer del Istmo de Tehuantepec un paso interoceánico, aprovechando la angostura territorial y como vía de comunicación el ferrocarril entre los litorales del Golfo de México y del Océano Pacífico, para 1906 se realizó la construcción del dique seco, talleres y muelles que hasta el día de hoy aun funcionan.

Fue en el año 1941 que el dique paso a manos de la recién creada Secretaría de Marina, quienes rehabilitaron las instalaciones, doce años más tarde en 1954, el gobierno invirtió 200 millones de pesos para mejoras tecnológicas de última generación, posteriormente con otros 60 millones de pesos se adquirió el sicro elevador con el cual se incrementó la capacidad para reparar las embarcaciones en seco.

Mano de obra

Para la realizar cada una de las tareas previamente diseñadas, se cuenta con un total de 721 elementos entre civiles y militares todos 100 por ciento mexicanos en su mayoría de la zona del Istmo, lo que en promedio genera 400 empleos directos y al menos 2 mil indirecto.

Mujeres en construcción de diversos buques

Como parte del empoderamiento de la mujer, La SEMAR, ha dejado de lado la idea de que ciertas actividades son exclusivas de hombres, pues por lo menos el 10 por ciento de los trabajadores son mujeres, quienes se desempeñan en las diversas áreas del astillero, quienes no solo construyen, sino que además cortan y soldán las grandes placas de metal que poco a poco irán formando el casco de los buques de más de mil toneladas de peso.

La marinera Anastasia Matus, originaria de un poblado de Oaxaca se integró a este equipo tres meses atrás luego de participar en una convocatoria, ella se dedica a realizar todos los trabajos de electricidad de los navíos, como son sistemas de cableado, motores, conexiones y aire acondicionado.

Proceso de construcción naval

Para que los navíos de gran tamaño puedan no solo flotar, si no desplazarse con seguridad y realizar sus actividades, se llevan cabo una serie de pasos muy precisos para el armado de los buques, comenzando por planos detallados de los bloques de acero y aluminio con los que se trabajará, de igual forma, se crean planos de la instalación de sistemas y equipos que serán colocados por toda la unidad, luego se trazan y se cortan las placas que conforman el casco, para ser ensambladas poco a poco, tras estas tareas sigue la botadura y las pruebas protocolarias en el puerto y en la mar para asegurar su buen funcionamiento antes de partir por meses con su respectiva tripulación.

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