Volvieron a salir a las calles como cada año, dejaron atrás la pena y perjuicios sociales. Desfilaron a pie y carros alegóricos por Paseo de la Reforma en donde se instalaron módulos para pruebas rápidas de detección de enfermedades, con la máxima demanda de que sean visibilizados y se respeten sus derechos.
Los integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+ marcharon orgullosos y exigieron un cese a las violencias y crímenes de odio que han tenido un repunte, a la vez que demandaron un trato justo por parte de las autoridades y a que se deje a un lado la discriminación que por años ha estado presente en sus vidas.
En la marcha del orgullo las personas que pertenecen o se identifican con poblaciones lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti, intersexual, asexual, no binarias, así como de otras orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género y características sexuales no normativas, pugnaron por continuar la lucha contra la discriminación, homofobia, bifobia y transfobia.
El banderazo de salida se dio pasado al mediodía en la glorieta del Ángel de la Independencia y los participantes comenzaron a llegar al Zócalo capitalino antes de las dos de la tarde en donde se llevó a cabo un festival artístico-cultural, luego de recorrer Reforma y avenida Juárez, atravesar Eje Central y pasar sobre calle 5 de Mayo.
Personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), dio acompañamiento continuo a los contingentes y todos aquellos que participaron en la XLVI macha del orgullo, que contó con la participación de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para auxiliar a los presentes y hacer que reinara el orden, con algunos conatos de enfrentamientos entre grupos que quedaron en eso.
Más de 250 mil personas asistentes fue el cálculo oficial de autoridades capitalinas, con integrantes de la comunidad que llegaron de diversos estados de la República, como Luis Miguel y Manuel que viajaron desde León, Guanajuato, para ser partícipes de la marcha juntos con sus dos perros que traían en una carriola. Ellos como otros que se dieron cita en Reforma, pidieron a la sociedad que los respeten, en tanto que las autoridades no violen sus derechos.
La inclusión en todos los sectores, como el laboral, fue una de las demandas a las que se sumaron los asistentes, pero además que se haga justicia ante las desapariciones de personas de la comunidad y que se esclarezcan los crímenes de odio.
Se vivió en la Ciudad de México un sábado de fiesta y alegría, con el colorido característico del arcoíris que identifica a los de la comunidad LGBTTTIQ+, pero también de tristeza por las desapariciones y personas vejadas, así como de pedir justicia y que ésta se imparta.
Los que se identifican con alguna población con distinta orientación, salieron a las calles a participar en la marcha que se convirtió en un desfile colorido en el que se externó la diversidad y se dio la atracción con las personas que acudieron disfrazadas y estuvieron arriba de carros alegóricos.
Diferentes grupos se dieron cita en esta edición de la marcha y desfilaron los de la denominada Comunidad Nudista que se mostraron tal y como llegaron al mundo, así como los de la Comunidad Cristiana de Esperanza, entre otros, tal es el caso de los que defienden el poliamor como diversidad.
Sin pena y como si nada, Kobeh, como se identificó, una mujer que se sometió a una mastectomía para cambiar de género mostró su pecho y traía consigo una cartulina en la que se leía: “Estoy de gala, mi primera marcha sin tetas, regálame un beso en mi pechito plano”.
Al acceder a ser entrevistada brevemente por LA PRENSA, dijo estar orgullosa de su decisión y no tener arrepentimiento alguno, más cuando tiene todo el apoyo de su familia y llamó a todas las personas a vivir su sexualidad a su manera, sin prototipos que dicte la sociedad.
También en entrevista, Ricardo Rubiales, de la Comunidad Cristiana de Esperanza que describió como la que da albergue a los católicos disidentes, aclaró que las religiones no tienen porqué estar cerradas a la diversidad y a la aceptación de las preferencias de las personas, más cuando “la inclusión de la diversidad sexual también se da en el cielo de Dios, quien no excluye de ese derecho”.
Señaló que hay espacios espirituales para dar seguridad a las personas de la comunidad, al tiempo que señaló que “no vamos a tolerar a un Dios que nos habla de una catástrofe por nuestras preferencias”.
Estuvo presente en la marcha el super héroe Hombre Arcoíris, defensor de las personas de la comunidad, quien comentó que viajó desde Jalisco, estado en el que promueve se respeten los derechos de todo ciudadano con alguna preferencia. Pugnó porque la marcha sea un referente para que las autoridades los escuche y atienda sus demandas.
El Contingente Desapariciones LGBTI+ fue el que encabezó la marcha con un hombre de la tercera edad que llevaban en silla de ruedas, además de asistentes con alguna discapacidad. Los integrantes mostraron en su caminar fotografías de personas que no se han encontrado, de las que se desconoce su paradero y pidieron se esclarezca cada uno de los casos.
María Gertrudis, un hombre gay mayor de edad que dijo adoptó los nombres de la virgen y de su abuela, dio cuenta que desde hace diez años acude a la marcha anual y que lleva a cabo una labor entre personas jóvenes para evitar caigan en el vicio y los ayuda a que salgan adelante en su educación.
Desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo marcharon miles de personas para promover la igualdad, la visibilidad y los derechos de las personas de la comunidad, además de celebrar la diversidad, como se hizo por primera vez hace 46 años. Ya en plaza del Centro Histórico se llevó a cabo el denominado Pride 2024, que junto con la marcha congregó a turistas tanto nacionales como extranjeros.
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