Ciudad de México.- El ofrecer 50 mil créditos, por un monto de 10 mil pesos a establecimientos mercantiles, que no han tenido ventas durante diez meses, que están endeudados hasta el cuello y prácticamente quebrados, es una miopía y total falta de conocimiento de la situación económica que enfrentan los sectores productivos de la Ciudad de México.
Tras el anuncio de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo y la Secretaría de Finanzas, Luz Elena González, el presidente del Consejo Nacional para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (Con comercio Pequeño A.C) destacó la necesidad de poner en marcha un amplio programa de rescate económico, que contemple el financiamiento a fondo perdido para remediar la crisis.
“No se requieren más préstamos, porque no hay forma de pagar préstamos, de lo que prestó el gobierno en la primera etapa de la pandemia no ha podido recuperar ni el 10%, por lo que se requiere un financiamiento a fondo perdido, financiamiento para pagar salario de trabajadores y mesas de negociación para que los particulares puedan generar acuerdos en materia de pago de adeudos en rentas, facturas a proveedores, créditos adeudados y servicios”, señaló.
Se necesita un gran plan de apoyo económico al sector micro, pequeño y mediano, “porque hablar de un esquema de créditos demuestra sólo la insensibilidad, falta de conocimiento de la dimensión del problema que se está enfrentando y una total miopía, porque es endeudar más a un negocio que ya están endeudados”, apuntó.
A diez meses del inicio de la pandemia y el regreso a Semáforo Rojo por el aumento en el número de casos, fallecimientos y hospitalizaciones, los planes de apoyo económico anunciados por las autoridades han sido totalmente insuficientes, por no llamarlos ridículos.
López Becerra, señaló que los créditos de 25 mil pesos que dispuso la autoridad en la primera etapa de la pandemia no alcanzaron ni para pagar la renta del local, lo que orilló al cierre definitivo a miles de negocios.
Si algún empresario micro, pequeño o mediano tenía algún ahorro, este ya se esfumó, indicó López Becerra al denunciar que a pesar que más del 80% de los negocios estuvieron cerrados en los tres primeros meses de la pandemia, los recibos de luz llegaron como si el local hubiera operado normalmente.
Indicó que los empresarios han tenido que cubrir gastos de renta, luz, gas, agua y telefonía, además del servicio de internet, cuyo costo se disparó durante la contingencia, así como pago de salarios e IMSS, sin que ninguna autoridad hasta el momento y pese a la crisis económica causada por la pandemia, les haya dado tregua alguna.
“Los ahorros ya se fueron, por lo que ahora los empresarios, sobre todo, micro, pequeños y medianos, que son el sector que sostiene el Producto Interno Bruto (PIB) de la Ciudad de México, se encuentran en una economía de sobrevivencia”, indicó López Becerra.
Frente al nuevo cierre por Semáforo Rojo, el líder de ConComercio advirtió: “no son tres semanas, son diez meses de acumular una caída de ventas de entre 70, 80 y hasta 100%”.
De acuerdo con datos del INEGI, en todo el país han cerrado más de un millón de empresas, indicó López Becerra al estimar que en la Ciudad de México se han perdido 200 mil unidades económicas, pero –advirtió- que la cifra podría ser mayor si se considera el “cierre hormiga” de pequeñas empresas familiares que ya no pudieron abrir en el segundo semestre del año “y que no sabemos qué pasó con ellas, porque simplemente bajaron sus cortinas”.
Indicó que el regreso a Semáforo Rojo implica el cierre de alrededor del 80% de la actividad económica, por lo que en la Ciudad de México deberán cerrar cerca de 375 mil negocios y en el Estado de México poco más de 560 mil establecimientos, lo que representa un total de 935 empresas formales que serán afectadas en la zona metropolitana.
En una primera valoración, las pérdidas económicas por ventas no realizadas pueden ascender a poco más de los 80 mil millones de pesos tomando en cuenta que el cierre implica la cancelación de actividades mercantiles planeadas en torno al 24 y 31 de diciembre, así como las realizadas en torno al 6 de enero, todas ellas, fechas de alta actividad mercantil, estimó ConComercio.
Entre los giros se verán afectados se encuentran: restaurantes con servicio en el local, hoteles, tiendas de ropa, zapaterías, negocios de belleza (salones de belleza, estéticas, peluquerías, spas y arreglo de uñas), accesorios para autos, mueblerías, electrodomésticos, perfumerías, venta de telefonía celular y artículos electrónicos, joyerías, pinturas y materiales para arreglo de casas y por supuesto, venta de artículos navideños (árboles naturales y artificiales, esferas, adornos, etc.), así como juguetes que en esta temporada tienen gran demanda.
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