Cientos de feligreses acudieron a la Basílica de Guadalupe a rendir homenaje a “El Príncipe de la Canción”. Los asistentes arribaron al templo sagrado desde tempranas horas para asegurar un lugar en la parte delantera y poder despedirse del cantante.
Poco antes de las 14:00 horas, el cortejo funebre arribó al Cerro del Tepeyac en compañía de familiares y amigos. Minutos después, los restos de José José ingresaron por el pasillo principal y fueron colocados a escasos metros de la imagen de la Morenita del Tepeyac.
Las decenas de fanáticos que no pudieron ingresar al templo católico permanecieron en la explana principal mientras entonaban los grandes clásicos de José José que catapultaron su éxito.
Al grito de “si se pudo” los mexicanos celebraron -luego de intensas negociaciones- que las cenizas del cantautor pudieran regresar a tierras mexicanas para rendirle homenaje póstumo con amigos y familiares.