La expedición de licencias permanentes detendrá los avances en materia de movilidad segura que en los últimos años la Ciudad de México venía logrando a través de distintas estrategias, como es la deschatarrización del parque vehicular, el diseño de cruces seguros y la implementación de zonas de 30 kilómetros por hora.
Así lo señaló el doctor Arturo Cervantes Trejo, presidente de la Asociación Nacional de Seguridad Vial (Anasevi), en entrevista exclusiva con LA PRENSA al destacar que entre 2007 y 2017, la Ciudad de México logró bajar los fallecimientos en accidentes de tránsito en casi 25%.
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Sin embargo, indicó el especialista en materia de seguridad vial, ahora esta situación está empeorando, debido a la falta de inversión en el combate de determinantes sociales, así como a la implementación de innovaciones tecnológicas que permiten reducir riesgos, como son los frenos ABS en motocicletas, con lo que se lograría salvar miles de vidas.
El doctor Cervantes Trejo destacó que tampoco hay una norma técnica para vehículos. Recordó que esta iniciativa que promovieron organizaciones civiles se echó para atrás por interferencia de la industria.
Recordó que esta norma técnica para aumentar la seguridad en los vehículos ya había pasado hace un par de años en el Comité de Movilidad Segura, pero la industria la echó abajo, debido a que no quieren estándares para mejorar la calidad de los automóviles.
“Hay determinantes sociales que la industria está protegiendo, y como ocurre con la comida chatarra, en temas de movilidad está pasando lo mismo”, alertó el doctor Cervantes.
Asimismo, indicó que en México tampoco hay un sistema de licencias a nivel federal. “No podemos hacer licencias por puntos ni aplicar sanciones, porque no podemos saber de quién es un coche y no sabemos quién lo está manejando”.
“Las licencias, literalmente, las regalan sin exámenes de manejo y hay muchos temas terriblemente rezagados en México y no se está invirtiendo en atacarlos; como por ejemplo, en un Sistema de Registro Público Vehicular (Repuve), fotomultas y tecnologías de la información para parar a los infractores”, indicó.
El presidente de ANASEVI declaró: “de qué sirve que tengamos leyes que establecen como máximo de velocidad 30 kilómetros por hora, sí nadie las puede controlar y no se invierte en estas medidas que son costo-efectivas y que las evidencias científicas demuestran que funcionan”.
Respecto a la implementación de la licencia permanente, Arturo Cervantes recordó que la Ley General de Seguridad Vial y Movilidad, que recientemente aprobó el Congreso, es un punto de partida importantísimo para evitar 43 muertes al día en accidentes viales.
Esta ley, indicó, dice que tenemos que tener un sistema nacional de información en materia de seguridad vial, con datos de todos los conductores y de todos los vehículos, de todas las infracciones, hospitalizados, heridos y fallecidos, cosa que no existe, porque no hay dinero para hacerlo.
Destacó que en el caso de países miembros de la OCDE, un policía puede checar a través de la licencia de conductor sí tiene infracciones y aplicar multas.
Otro aspecto importante que refirió el especialista es que alrededor del 70% del parque vehicular mexicano no está asegurado, además de que la flota vehicular de transporte público de pasajeros tiene en promedio 19 años y no hay una norma técnica que regule las condiciones físico-mecánicas que deben cumplir estas unidades.
Recordó que hace un par de años, la industria tumbó la norma 236 que regulaba la inspección físico-mecánica en vehículos ligeros menores de 3 mil 800 kilogramos (3.8 toneladas), por lo que son los determinantes sociales los que se imponen al tema de movilidad segura.
En cuanto a las motos, indicó que cada año en México se venden un millón 600 mil unidades, de las cuales, un millón 400 mil no traen frenos ABS que salvan vidas.
“Es una hipocresía, necesitamos cambiar y la ciudadanía debe presionar para lograr la movilidad que todos queremos y que sea una prioridad de los gobernantes para que inviertan en este tema”, abundó.
Consideró que la Ciudad de México ha avanzado en la implementación de cruceros seguros, movilidad integrada de transporte público y deschatarrización.
“Tuvimos un liderazgo importante, pero esto solo ha ocurrido en la Ciudad de México, porque al pasar la frontera con el Estado de México se enfrenta otra realidad totalmente distinta, debido a que no hay voluntad política por parte de gobiernos municipales para dar una uniformidad”, indicó.
La autoridad no está tomando las decisiones con base en la evidencia científica, cuando esto debería ser una prioridad para todos los niveles de gobierno, municipios, alcaldías, estatal y federal, apuntó.
Hizo notar que en el Estado de México hay muchísimas calles que son totalmente intransitables para los peatones y la práctica común de manejo es que los conductores no dejan pasar a las personas que se trasladan a pie, además de que hay una señalización deficiente y en muchas zonas inexistente.
El doctor Cervantes Trejo destacó la importancia de trabajar en la implementación de cruces seguros para peatones a nivel de calle, como una prioridad en la política de seguridad vial.
Las políticas públicas deben enfocarse en los usuarios más vulnerables, como son los peatones, principalmente, los niños, las personas de la tercera edad o que presentan alguna dificultad para desplazarse.
Incluso, señaló que a nivel internacional y nacional hay un manual de diseño de calles, que recomienda la habilitación de carriles confinados para bicicletas, franjas horizontales, señalización vertical, fotomultas, reductores de velocidad y cruces a nivel de banqueta, entre otras medidas, para que sean los vehículos los que se tienen que detener y que caminar por la calle no sea una situación que ponga en riesgo la vida de las personas.
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