A pesar que desde hace años los habitantes de la capital deben separar sus residuos, en la práctica esto no sucede. En la Ciudad de México, el primer proceso de separación de residuos urbanos se lleva a cabo de manera manual por trabajadores de limpia, tanto basificados como voluntarios en plena calle, a un costado del camión recolector, agravando los problemas viales; dicho proceso puede durar al menos dos horas.
Los trabajadores explican que esa separación debe hacerse así o, de lo contrario, saturarían los inmuebles en donde se depositan los residuos, que es donde se lleva a cabo una segunda separación de los desechos para enviarlos a instalaciones para que reciban su tratamiento o destino final.
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“El problema es que a las personas les da flojera separar los desechos, entonces prefieren darnos las bolsas con toda la basura y, a cambio, nos dan alguna propina, entonces tenemos que abrir cada bolsa que llega y separar en los costales que tenemos para ir poniendo en un lado los derechos orgánicos y en otro los inorgánicos”, explicó a La Prensa, Carlos Munguía, uno de los trabajadores de limpia en la alcaldía Cuauhtémoc.
El trabajador también detalló que otros vecinos prefieren darle su basura a los del “carrito” para no ir cargando sus botes o bolsas hasta el camión de basura, que por lo general se estaciona en alguna esquina para realizar el proceso de separación.
¿Separación obligatoria?
Desde 2003, la CdMx (antes Distrito Federal) se concentró en establecer la Ley de Residuos Sólidos, esta detallaba la separación de la basura en dos fracciones: orgánicos e inorgánicos. Sin embargo, fue prácticamente ignorada por todos los ciudadanos.
Fue hasta 2008 que el gobierno capitalino hizo un nuevo esfuerzo para que los ciudadanos separaran su basura, pero las cosas siguieron igual. Así, en 2017 fue aprobada una nueva Norma Ambiental de Separación de Residuos en la CdMx, y se convirtió en una obligación separar la basura en cuatro categorías: orgánicos, inorgánicos reciclables, Inorgánicos no reciclables (o de aprovechamiento limitado) y residuos voluminosos y de manejo especial.
Los orgánicos son los restos de verdura, cáscaras de fruta, semillas huesos, lácteos, restos de comida, poda, servilletas, y heces y los inorgánicos reciclables son el papel, cartón, plástico, vidrios, envases, aluminio, trapos, latas, madera, metal ferroso y no ferroso, envases multicapas, ropa, textiles y otros residuos que contienen materiales que se pueden reciclar como PET.
En tanto que los inorgánicos no reciclables son colillas de cigarro, envolturas metálicas, pañales, toallas sanitarias, papel higiénico, curitas, cubrebocas, guantes, chicles, hule, loza y cerámica, sanitarios, celofán, polipapel, entre otros; y los residuos voluminosos y de manejo especial son muebles, televisores, refrigeradores, lavadoras, computadoras, celulares, colchones entre otros.
Al preguntarles si no han tenido problema con vecinos que se quejen por el mal aroma, bloquear el paso o por dejar residuos, comentaron: “Pues por lo general no, la gente ve que estamos trabajando y sí, de repente no falta alguno de ellos que nos comenta que huele mal, pero qué podemos hacer si desde ellos mismos viene el problema por no separar su basura”, explicó Mario Pérez, trabajador de limpia desde hace 15 años.
También explicó que muchos de los camiones ya están muy viejos y, por ende, tienen filtraciones de los diferentes líquidos que escurren de los desechos. En el 2022, la Secretaría del Medio Ambiente informó que un 50 por ciento de los camiones recolectores de basura que circulan en la capital del país tienen una antigüedad de entre 20 y 52 años.
Y de acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos de 2020, hay dos mil 708 vehículos que se encargan de recoger desechos en las 16 alcaldías. De estos, mil 440 datan desde 1970 hasta 2002.
Las demarcaciones con los modelos más antiguos son: Benito Juárez, con vehículos de 1971; Gustavo A. Madero, con modelos de 1973; Cuauhtémoc, de 1975; Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, con unidades de 1977; y Azcapotzalco e Iztapalapa, con vehículos de 1980.
Actualmente se generan al día 12,454 toneladas de residuos sólidos urbanos, sin embargo, estos reflejaron una disminución frente a las 13,073 toneladas diarias se generaban en 2018, de acuerdo con los últimos datos que proporcionó la Secretaría del Medio Ambiente.
A lo anterior, se debe agregar que en la Ciudad de México se generan 14 mil toneladas diarias de residuos de la construcción y la demolición, que han constituido uno de los retos más importantes en términos ambientales, debido a la existencia de prácticas inadecuadas que durante años han hecho de los sitios naturales (barrancas, áreas naturales protegidas o el suelo de conservación) uno de sus destinos.
Por alcaldía, la que más desechos genera es Iztapalapa, al día produce un promedio de 2,151 toneladas, Gustavo A. Madero 1,419, Cuauhtémoc 1,113, Álvaro Obregón 970, Tlalpan 901, Coyoacán 862, Miguel Hidalgo 776, Benito Juárez, 719, Venustiano Carranza, 616, Azcapotzalco, 585, Iztacalco 521, Xochimilco 517, Tláhuac 456, Cuajimalpa de Morelos 330, Magdalena Contreras 293 y la que menos residuos produce es Milpa Alta con 175 toneladas al día.
Día, noche y madrugada trabajan cuadrillas en la recolección
En la Ciudad de México existe el servicio público de limpia, el cual es una obligación del gobierno capitalino como lo establece la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. Este servicio es mixto, es decir, está bajo la responsabilidad del gobierno central en las vías primarias y de las alcaldías en las vías secundarias.
De acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de Ciudad de México, para brindar mantenimiento a la red vial primaria, se cuenta con 2,396 barrenderas y barrenderos, divididos en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno). Además, se tienen 172 cuadrillas que, todos los días atienden 169 vialidades, es decir, aproximadamente 3,167 kilómetros de vías primarias, para recolectar un promedio de 548 toneladas de residuos con el apoyo de 190 vehículos y 26 barredoras de succión.
Tan solo para dar el servicio de limpia en los perímetros A y B del Centro Histórico se cuenta con 30 cuadrillas conformadas por 1,200 barrenderas y barrenderos que trabajan en tres turnos, atendiendo diariamente, en promedio, 9 kilómetros cuadrados de superficie y recolectando 1,057 toneladas de desechos todos los días.
Por un lado, está el personal basificado que cuenta con todos los derechos y las prestaciones que se establecen en la Ley Federal del Trabajo. Por otro lado, están quienes pertenecen a la llamada Nómina 8, que firman contratos anuales; reciben un salario mínimo, vales de despensa y apoyo por servicios funerarios; y tienen acceso limitado a servicios de salud a través del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
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