Diputados del PAN, PRI y PRD unieron fuerzas para presentar una iniciativa con el fin de asegurar el abasto de medicamentos. Esta propuesta busca que las instituciones de salud públicas reembolsen los gastos a los derechohabientes, beneficiarios y la población sin seguridad social, en caso de que los medicamentos no estén disponibles.
La iniciativa, impulsada por legisladores como Laura Barrera Fortoul, Éctor Jaime Ramírez, Ana Laura Sánchez, y otros, surge como respuesta a lo que consideran medidas ineficaces del gobierno federal, como la propuesta de una Megafarmacia. Según los legisladores, esta medida no solucionará el desabasto de medicamentos y podría incrementar los tiempos de traslado de las medicinas.
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La Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que el Estado tiene la obligación de suministrar tratamientos de manera oportuna, permanente y constante. Esto implica considerar el estado de salud del paciente, así como sus necesidades médicas y clínicas, especialmente en enfermedades donde la continuidad del tratamiento es crucial. En caso de interrupción en el suministro, las autoridades deben reembolsar los gastos realizados por el afectado.
Laura Barrera Fortoul manifestó en redes sociales el compromiso de la Coalición Legislativa para garantizar el abasto de medicamentos y aseguró que, de ser necesario, el gobierno deberá reembolsar los gastos en caso de que los pacientes tengan que comprarlos.
Una vez aprobada y en vigor, la reforma daría un plazo de 90 días a los prestadores de servicios de salud para establecer los procedimientos necesarios para cumplir con esta disposición. Esto incluiría asignaciones anuales del Presupuesto de Egresos de la Federación.
El reembolso de gastos aplicaría en diversas situaciones: cuando los pacientes recurran a servicios privados o sociales de salud, cuando los insumos estén listados en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud, y cuando los medicamentos o dispositivos médicos hayan sido prescritos por profesionales de instituciones públicas.
Finalmente, la iniciativa resalta la creciente preocupación por el gasto de bolsillo en salud, que representa un 38.8% del gasto total en el sector. Según datos del INEGI y análisis del CIEP, un hogar afiliado al IMSS gasta en promedio 5 mil 350 pesos al año en gastos privados para adquirir medicamentos no proporcionados por el sector público. Esta situación se agrava con el reconocimiento del gobierno de que en los últimos años se han dejado de surtir 45 millones de recetas
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