Resulta fundamental que en la capital del país las mujeres desarrollen habilidades digitales y reciban capacitación sobre cómo optimizar el aprovechamiento de las tecnologías, porque a través de las misas se pueden generar redes de apoyo y de inclusión para reducir asimetrías, reconoció la comisionada ciudadana del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO), Marina San Martín Rebolloso.
Al exponer que las mujeres tanto adultas como menores no deben quedar rezagadas en el acceso tecnológico, y por ello, tienen que ser protagonistas de la revolución digital que ayude a reducir la brecha de género, propuso garantizar un entorno seguro porque la violencia no sólo es un fenómeno que viven ellas de manera física, sino también a través de espacios digitales, más cuando alrededor del 73% de usuarias que navegan por Internet se han visto expuestas a algún tipo de ciberviolencia.
En el marco d la Jornada “Mujeres, Mercado de Trabajo y Derechos”, organizada por la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la capital del país y la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, expuso que en el 2019 se presentaron más de 155 mil solicitudes de información pública, de las cuales más del 55% las realizaron hombres y el 44% mujeres. En cuanto a las solicitudes de derechos de Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición (ARCO) se recibieron más de 8 mil, de las cuales aproximadamente el 41% correspondió a mujeres, mientras que el 58% restante a hombres.
Al ofrecer la plática “Acceso digital de las mujeres: cerrando la brecha”, mencionó que según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones se estima que, a finales de 2019, más del 53% de la población mundial usaba Internet. Sin embargo, la alianza mundial EQUALS revela que la mayoría de los que están fuera de línea son mujeres y niñas.
Aseveró que el fenómeno de la brecha digital se refiere a las diferencias entre hombres y mujeres, en el acceso a equipos informáticos y en el uso de dispositivos electrónicos e Internet.
Indicó que, en una ciudad de innovación y derechos, las tecnologías pueden ayudar no a ensanchar esa brecha sino a reducirla, generar desarrollo y disminuir desigualdades en diferentes ámbitos como la educación, la salud, el hogar y el mercado laboral.
Aclaró que el acceso a la información y la protección de datos personales son derechos llave que ayudan a potenciar otros derechos porque a través de ellos, las mujeres pueden generar políticas públicas para sectores específicos con perspectiva de género.
Expresó que sin mujeres no hay país ni Estado, pero tampoco sin los hombres, de ahí que el cambio lo deben construir de manera conjunta personas de ambos sexos, porque se trata de un tema de igualdad de personas.
EG