Las políticas públicas de movilidad no deben dejar a los peatones la responsabilidad de cuidarse, ya que garantizar que el desplazamiento a pie de las personas, requiere estrategias integrales en materia de infraestructura, seguridad, medio ambiente, salud y equidad.
Durante el seminario virtual “Proteger a los Peatones: Experiencias y Soluciones”, convocado por la Asociación Nacional de Seguridad Vial (Anasevi), especialistas en movilidad y seguridad vial coincidieron en señalar que construir más puentes peatonales no es la solución para reducir los accidentes ni la tasa de mortalidad peatonal.
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Para dar contexto a lo expresado por los expertos durante el seminario, cabe mencionar que, de acuerdo con el reporte trimestral que elabora la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi), de enero a marzo de 2023 se registraron 91 fallecimientos en sitio por hechos de tránsito en la CDMX, lo que representó 2% y 17% menos que en los mismos periodos de 2019 y 2022, respectivamente.
El 36% de las personas fallecidas por siniestros viales ocurridos de enero a marzo de 2023 corresponde a motociclistas con 33 defunciones; seguido por el 35% a peatones, con 32 fallecimientos, así como con el 15% a pasajeros de vehículos motorizados (14 defunciones), 8% a conductores (7) y 5% a ciclistas (5 muertes). Del total de personas fallecidas, el 82% fueron hombres.
Sergio Andrade-Ochoa, coordinador del Proyecto Estrategia Misión Cero señaló que no existe una autoridad responsable de los puentes peatonales, ni una dirección específica que se encargue de su mantenimiento y revise las condiciones en que se encuentran.
En un análisis, Sergio Andrade destacó que los puentes peatonales no han sido construidos para mejorar la movilidad de las personas ni salvaguardar la seguridad de los transeúntes.
“Hay puentes peatonales que pueden quintuplicar la distancia y el tiempo de traslado del peatón”, comentó el especialista, quien consideró que en muchos casos los puentes son inaccesibles para personas con discapacidad o de edad avanzada al carecer de rampas de acceso; y sí las tienen, éstas no cumplen con los reglamentos establecidos, además de que calles aledañas al puente no están debidamente asfaltadas o no hay banquetas.
“Encontramos puentes que invaden completamente la banqueta, lo que obliga a personas a bajarse de la banqueta, especialmente, aquellos que transitan en silla de ruedas, o también encontramos puentes que están obsoletos, podridos o con falta de escalones”, indicó al dar a conocer una evaluación de la infraestructura de puentes peatonales en la ciudad de Chihuahua.
Otro problema recurrente que se registra en esta infraestructura urbana es que la mayoría de los puentes no cuentan con iluminación y alumbrado público eficiente y muchos tienen anuncios espectaculares que aíslan al peatón del entorno y disminuye su visibilidad, generando una sensación de inseguridad, señaló.
Asimismo, mencionó las malas condiciones de higiene en que se encuentran esta infraestructura peatonales, donde se pueden observar jeringas, excremento, orina, botellas y condones, lo que provoca que menor número de personas decidan usarlos.
“Esta problemática no es aislada, ni algo que la gente invente, son situaciones reales que están ocurriendo en toda la infraestructura de puentes peatonales que hay en el país”, indicó el especialista.
Cuando se preguntan los motivos por los cuáles los peatones en general no utilizan los puentes, la mayoría refiere sentirse inseguros, percepción que es más alta entre las mujeres y las personas de edad avanzada.
Otros motivos son las cuestiones de funcionalidad, para el caso de personas que enfrentan alguna discapacidad o que tienen una cuestión de salud específica que dificulta su movilidad, como embarazo o llevar un bebé en brazos, lumbalgia, haber sufrido un infarto o haber tenido Covid y requerir un esfuerzo mayor para respirar.
Desde el enfoque de “violencia estructural”, los puentes peatonales responsabilizan a los usuarios de su seguridad, ya que si la persona sufre algún asalto en estos lugares, se dice que “fue su decisión utilizarlo, pero si decide no usarlo y es atropellado en la vialidad, también es su responsabilidad”, puntualizó Sergio Andrade.
Otro dato importante que arrojó el estudio es en las zonas donde hay puentes peatonales, hay más muertes peatonales, debido a que las banquetas son estrechas, están en mal estado o no hay; además de que los cruces a nivel de calle no cuentan con adecuada semaforización o medidas de reducción de velocidad vehicular.
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