La Ciudad de México fue creciendo sin una planeación hidráulica y poniendo tuberías por todos lados, señaló la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, al destacar que el objetivo de su administración es mejorar el sistema de distribución de agua potable, a través de un programa de sectorización.
Ante estudiantes de ingeniería de distintas instituciones educativas, la funcionaria explicó que el objetivo de su gobierno es dejar en la ciudad una red de distribución diseñada en cerca de 2 mil sectores, con válvulas y fuentes de presión, para disminuir el problema de fugas.
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Al dar respuesta a la preguntas sobre por qué en la Ciudad de México se dejó de utilizar concreto permeable, que permite alimentar el manto acuífero y reduce el impacto ambiental, la mandataria explicó que la capital tiene zonas con una importante infiltración al acuífero, pero otras no, por su suelo arcilloso.
Sobre el reto de abasto de agua para una ciudad con 9.2 millones de habitantes y 22 millones en toda la Zona Metropolitana, la jefa de Gobierno indicó que la pregunta que todo mundo se hace es por qué si llueve tanto qué problema tiene la utilización del agua de precipitación en la ciudad.
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Explicó que en la capital 70% de las lluvias se da en 15 episodios, por lo que “necesitaríamos un almacenamiento del agua de lluvia similar a una presa –no recuerdo ahora el volumen–; es decir, no es tan sencillo decir ‘pues esa agua la almacenamos y después la consumimos en la época de secas’, porque requeríamos un almacenamiento muy, muy grande”, apuntó.
Señaló que el problema histórico que tiene la ciudad es que los grandes ríos que se nutrían de las lluvias que provienen de las partes altas del Poniente y del Sur-Poniente, como los ríos Magdalena, Becerra y San Buenaventura, conforme fue creciendo la mancha urbana, se utilizaron como drenaje y después se intubaron.
