Un minuto de silencio guardaron las personas representantes populares locales durante la sesión ordinaria del jueves en el Congreso de la Ciudad de México, por la lamentable muerte del menor de seis años de nombre Cruz luego de que fue golpeado por su padrastro con el consentimiento de su madre, lo que orilló a legisladores a alzar la voz y dar todo el apoyo a la diputada de Morena Elizabeth Mateos Hernández, al presentar una iniciativa para endurecer las penas de ataques hacia un hijastro.
Visiblemente consternada y con un llanto que no pudo contener, la congresista Mateos Hernández, al hacer uso de la tribuna y luego de solicitar a la presidenta de la Mesa Directiva del recinto de Donceles y Allende, Martha Soledad Ávila Ventura se procediera al minuto de silencio, presentó la que denominó Ley Crucito.
El hecho repudiable
En primera instancia la diputada ofreció un contexto de lo acontecido en un domicilio de la Colonia Agrícola Oriental, alcaldía Iztacalco. Recordó que el pasado 10 de octubre, Oscar "N" golpeó brutalmente al menor hasta quitarle la vida y la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina logró detenerlo y ahora enfrenta cargos por homicidio, en tanto que la madre de Cruz, Berenice “N” con un embarazo de siete meses y acusada de complicidad, se encuentra en el penal femenil de Santa Martha.
Elizabeth Mateos propuso, mediante una iniciativa turnada a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia del Poder Legislativo local, reformar el Artículo 125 del Código Penal para el Distrito Federal, para quien prive de la vida a su hermanastro o hijastro reciba una pena de hasta 30 años de prisión.
Dijo que a manera de honrar la memoria del pequeño Crucito que fue brutalmente asesinado a golpes por parte de su padrastro, se requiere hacer dicha modificación al instrumento legal e incluir como agravante del delito de homicidio la relación entre el padrastro o madrastra y su hijastro o hijastra.
Refirió que, a través de diversas fotografías y vídeos, vecinos evidenciaron las condiciones inhumanas y brutales en las cuales su madre y su padrastro mantenían al menor Cruz.
No le daban de comer
“Estas imágenes revelan la condición de desnutrición extrema que padecía Crucito, al cual, le negaban los alimentos, al grado de que el menor tenía que hurgar entre los botes de basura en busca de comida, la cual, sólo limpiaba con sus pocas prendas y las llevaba a su boca. Además, a pesar del estado físico del pequeño, estas personas lo obligaban a cargar garrafones de agua de 20 litros”, relató.
La diputada morenista dejó en claro que, desde el Congreso, no se tolerará que en la Ciudad de México haya violencia hacia niñas, niños y adolescentes; se trabajará para fortalecer el cuidado de las infancias, de ahí que se pronunciara a favor de castigar de 10 a 30 años de prisión al que prive de la vida a su hermanastro o hijastro.
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Señaló que la propuesta es con el propósito de dotar al marco jurídico precisión y protección, al sancionar con mayor severidad los homicidios cometidos por personas que ostentan una relación de autoridad y confianza sobre el menor, equiparable a la de un progenitor, aún sin mediar un vínculo biológico, para garantizar la tutela efectiva de los derechos de los menores, conforme a lo establecido en el principio de interés superior de la niñez.
Puso a disposición de la ciudadanía su módulo de atención para recibir ahí denuncias de víctimas directas en contra de niños y adolescentes. Ante de concluir gritó: “¡justicia para Crucito!”.
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