Más de 40 mil tortillerías se beneficiarían en el país con la resolución preliminar de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) contra Gruma, líder en la producción de harina de maíz en México, en la que se le ordena vender cinco plantas, consideró Blanca Estela Mejía Castillo, representante legal del Consejo Rector de la Tortilla.
En entrevista con La Prensa, la también fundadora de la Red de Maíz en la Ciudad de México comentó que lo anterior podría marcar un cambio en la industria de la harina del maíz con el beneficio al 40% de los pequeños y medianos negocios que venden tortillas.
Detalló que Gruma controla el 40 por ciento del mercado de la harina de maíz en México, es decir, que, de los 110 mil negocios que existen, más de 40 mil se verán beneficiados con esta medida, siempre y cuando se impulse la nixtamalización.
“No olvidemos que Maseca controla más del 70% del mercado de la harina en Mexico y al tener ese control puede ser que en algún momento exista escasez del producto, sin embargo, no duramos que vaya a haber otras empresas que pueden entrar, digamos que al quite, van a cubrir ese espacio que Maseca está dejando, entonces por ese lado creemos que hay mucha incertidumbre pero las probabilidades son esas”.
Comentó que la medida llega tras décadas de quejas por el dominio de Gruma en el mercado además dijo que los industriales de la masa y la tortilla han manifestado gran emoción, ya que con las posibles acciones para eliminar las prácticas monopólicas de Gruma, los pequeños productores tradicionales y negocios podrían finalmente ser beneficiados.
No obstante, aseguró que hay incertidumbre dentro del gremio de productores y empresarios, quienes temen que otra harinera ocupe el espacio preponderante que Gruma dejaría.
Lo que se requiere es una política del gobierno para incentivar nuevamente la industria de la masa nixtamalizada
Consideró que un factor crucial en la reactivación de la industria de la tortilla es el impulso de la nixtamalización, un proceso tradicional que ha sido desplazado por la producción industrial de harina. Este método no solo tiene beneficios nutricionales y de sabor, sino que además fortalece la economía local.
Y aseguró que la industria de la masa nixtamalizada ha sufrido un gran retroceso debido al predominio de las harinas industrializadas, por lo que es necesario el impulso de políticas públicas que incentiven la producción a pequeña escala.
“Lo que también han hecho las empresas harineras en su conjunto es desplazar la producción de masa nixtamalizada en los molinos de nixtamal hasta llevarlos casi a sí desaparición, han hecho prácticas monopólicas por ejemplo, en estados como Chiapas donde eliminaron completamente los molinos de nixtamal, allá en Chiapas, Maseca y otras empresas llegaban a intercambiar los molinos de nixtamal por su harina y lo que hicieron fue eliminar la competencia”.
Ahora el problema que existe con las empresas harineras es que mantienen el control de las tortillerías “llevándolos al extremo de que hasta ellos mismos pierdan el control de sus propias empresas volviéndose empleados de las harineras porque a ellos se les imponen volúmenes de compra en el cual los compañeros tienen que buscar la forma de cubrir esas cuotas porque si no, pueden llegar a perder hasta el negocio”.
Otro problema dijo es que al comprar más volumen, el descuento no es efectivo sino en más productos cual los lleva a tener más mercado y a tener competencia desleal con el resto de los compañeros o eliminar el pago de impuestos y el seguro social de los trabajadores para cubrir esos pagos.
“Hubo en algún momento en el que ellos enviaban comunicados en los cuales sugerían cuál iba a ser el precio de la tortilla, al no existir un liderazgo, el industrial, al no contar con las herramientas necesarias Pat el cálculo de los costos, tomaba como real, la sugerencia de Maseca para subir el precio de la tortilla”.
Desabasto
Estamos a la expectativa, de si habrá o no desabasto de la harina pues de acuerdo a la resolución, la Cofece exhorta a Gruma a poner en venta cinco de sus 18 molinos de harina de maíz ubicados en Chalco, Río Bravo, Celaya, Culiacán y Veracruz, ademas de la venta de parte del patrimonio de la empresa, también se le pide que cambie su estrategia de ventas.
“Esta medida que está tomando la Cofece debe de ir acompañada para recuperar a los tradicionales molinos de nixtamal que además se encuentran ligados a la promoción de los maíces nativos, recordemos que en México hay muy pocas personas que aún muelen en métate y el maíz es de autoconsumo”.
En el país, hay 110 mil negocios de nixtamal y cada negocio atiende 9 negocios y al interior del país hay maiz-torrillería y en todo el país debe haber 1,500 molinos de nixtamal y en la Ciudad de México hay más de 80 molinos de nixtamal.
¿Subirá el precio de la tortilla?
Blanca Estela Mejía Castillo, representante legal del Consejo Rector de la Tortilla, explicó que en este momento no hay una posibilidad pues el mercado va estable.
La industria de la tortilla es cíclica y hay momentos en que los precios favorecen a los productores y hay otros en los que no pues hace dos años hubo una crisis y se elevó el precio del maíz y por ende de la tortilla.
El maíz abarca el 60% del costo de producción total de la tortilla y aunque pueden subir otros elementos, el industrial va absorbiendo de su utilidad esos incrementos hasta que llega un alza en el maíz y dice ya no más y sube el precio de la tortilla.
“El precio de maíz se encuentra ligado a la bolsa de valores de Chicago y si baja el precio del dólar, baja la estimación del precio del marcado de maíz en la bolsa de valores de Chicago y se le liga menos al productor en Sinaloa y en el resto de país dentro de estas dos cosechas que se producen en México, una es la de Bajío y la otra de Sinaloa y dadas estas variaciones en la bolsa es que vienen las crisis en el precio del maíz y puede subir en algunos casos como fue la guerra de Rusia contra Ucrania.
En caso de que el precio de la tortilla suba, capitalinos comentaron que aunque sería un golpe a la economía familiar, continuarán comprándola aunque esta sea más cara porque se trata de un alimento básico en la comida mexicana.
Carmen Hernández, quien del diario compra al menos medio kilo de tortillas explicó: “pues aunque esté caro el kilo yo lo tengo que comprar porque en mi familia quedan más satisfechos si comen con tortilla así que pues no me quedaría de otra”.
En tanto que Benjamín, albañil que del diario come tortilla mencionó que esta complementa su comida o desayuno del día, “yo me compro 10 pesos de tortillas, de mi casa traigo arroz, frijoles y huevo pero si me como eso solo sin tortillas, me quedo con hambre así que saco los diez pesitos y corro a la tortillería que me quede más cerca de trabajo así están calientitas cuando como y aunque las suban de precio pues serán una o dos tortillas las que deje de comerme porque estén más caras”.
En tanto que Pamela, mencionó que en su hogar si acostumbran comer con tortillas “mi mamá me manda a comprarlas diario, no compramos muchas pero sí acostumbramos cómpralas a la hora de la comida, mi mamá dice que así no gastamos en gas al calentarlas”.
Solución
Para que exista un precio digno de la tortilla debe haber un mercado controlado sin embargo, estamos en una situación de precios globalizados y un libre mercado por lo que en realidad, la solución es tener mayor estabilidad precios controlados y precios justos para los productores así como un mercado de sana competencia.
“Pero un mercado donde tenemos un productor mayoritario que tiene prácticas depredadoras en el mercado pues eso no nos proporciona un esquema de libertad de comercio, es por eso que la Cofece está tomando estas medidas por la disparidad en el mercado porque Maseca abarcó una gran producción en México y también fue receptor de beneficios en gobiernos como con Felipe Calderón donde le regalaron un peso con 20 centavos durante el sexenio y tres años de Peña Nieto, si estamos hablando de que controla más del 70% del mercado de la harina y el consumo nacional de maíz es de aproximadamente 8 millones de toneladas y por cada kilogramo de maíz que se procesa se obtiene 1.8 kilogramos de producto, imagínate cuánto dinero no fue el que recibió Maseca, lo llevó a exponencial el mercado no solamente nacional sino de manera internacional, a tal grado de que para Maseca, el mercado nacional ya no es importante, para Maseca su objetivo es el mercado internacional de harina donde está harinizando con plantas, Sudáfrica, Europa, Argentina, Estados Unidos”.
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Vendedores de Tortilla
Dante Ruiz, productor de tortillas en la alcaldía Benito Juárez comentó que si la producción de harina baja, sí afectaría su producción pues los costos de la materia prima subirían.
Explicó que por semana, él adquiere tonelada y media de harina, es decir, que en promedio adquiere 70 bultos a un precio de 310 pesos por bulto y la adquiere con Agroinsa, que es una su marca de Maseca pero además compra una tonelada de masa.
“En este año hemos tenido dos incrementos en el precio de la harina de entre el 10 y el 15% y el años pasado tuvimos cuatro incrementos”, explicó en entrevista con La Prensa.
Ruiz comentó que como la tortilla es un producto de primera necesidad la gente brinca cuando tiene un incremento, pero los consumidores no ven que a los productores de tortilla también les aumentan la materia prima.
“Un kilo de tortilla alcanza para que coman de 4 a 6 personas pero la gente no ve si nos castigan a los productores con los costos además la ganancia también ha bajado, antes era del 35% y ahora solo tenemos una ganancias del 25%”.
El productor explicó que lo ideal sería que hubiera un costo fijo por kilo pues así se competiría por calidad, “la gente acudiría a comprar a la tortillería por la calidad de producto es decir, donde le guste la elaboración de la tortilla, es decir, que esté blandita, que no se haga dura, seca o se parta y no hiría a donde la den más barata”.
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